Lo de Machine Head en su primera visita en Málaga fue una auténtica barbaridad. Tan tajante como eso, y no se puede decir de un modo más descriptivo. Parecía que esta repetida gira «An Evening with Machine Head» solo serviría para convencer a los que nunca los habían visto, y que para el resto sería «una vez más»… Craso error, al menos la noche del 4 de abril en la imponente sala Paris 15 malagueña pudimos disfrutar de los mejores Machine Head, y a un nivel que ni siquiera sabíamos que la banda era capaz de alcanzar.

Machine Head
Catharsis World Tour 2018
Málaga, Sala Paris15 – 4 de abril de 2018.

Texto y fotos: Rafa Diablorock.


Se decía que venían presentando un disco flojo, que la gira era muy parecida a la anterior, que Robb necesitaba muchos descansos y que no venía a tono… pero al final nos dieron en toda la encía. La banda empezaba con Imperium justo a las nueve mientras muchos rezagados apuraban su cerveza de lata en la puerta. El técnico de sonido iba a ajustando las teclas hasta que quedaron fijadas a un  «no toques más que esto suena que cruje», y la totalidad del público ya tenía tomado su sitio cuando Volatile empezaba a sonar, demostrando que son muchas las armas que se pueden usar en un directo de Machine Head, y prácticamente todas funcionarían a la perfección.

Cierto es que los primeros disparos de la noche venían con extra de engrase, temas como Now We Die y especialmente Kaleidoscope mostraban un refuerzo de pregrabados que hacían sonar más artificiales al cuarteto, mostrando además al Robb más limitado a la voz. Problema puntualmente solventado gracias a las sorprendentes voces de apoyo de un Jared MacEachern que definitivamente ha tomado un peso relevante en la banda, tanto en tablas como en solvencia. El público empezaba a darse cuenta del tamaño que estaba tomando el concierto con Darkness Within, precedida de la primera parrafada de Mr. Flynn, quien soltando acordes de su acústica en modo «trovador de Oakland» presentaba el tema que terminó de aplastar a los más reacios. Con columnas de CO2, un sonido colosal (aunque dicen que desde atrás el volumen era algo bajo) y una iluminación que dotaba de diferentes ambientes cada uno de los temas, el público se encendía irrefrenablemente de un modo que hacía tiempo no recordaba. La banda estaba enchufada y con hambre, y la pista llegábamos a un punto en que el suelo era un charco de «blood, sweat and tears» sobre el que hordas de metalheads con sonrisa en la cara se sacudían celebrando nerviosamente lo que estaba pasando. Dave sigue tan inconmensurable como siempre a la batería, y un sorprendido y motivado Robb (¡qué armónicos saca a su guitarra!) parecía no dar crédito a la conexión tan especial que Málaga les estaba dando.

La dupla de From This Day – Ten Ton Hammer parecía que nos sacaría toda la adrenalina, y todavía no habíamos llegado ni al meridiano de la actuación. Mucho se habla de si es excesivo tocar tanto tiempo, o si temas como Bastards deberían obviarse; posiblemente si hubiese estado en la parte trasera del recinto amorrado a la pared hubiese preferido un show de 80 minutos y al grano, pero lo cierto es que personalmente entendí la propuesta a la perfección. Me contagié de lo que la banda nos quiso enseñar y, a juzgar por lo que me rodeaba, la amplia mayoría de los asistentes también. Killers and Kings me sonó inesperadamente espectacular, igual que una Davidian como nunca antes había escuchado. La muchedumbre me zarandeaba sin parar en el turno de una gloriosa Take my Scars, tras la que engullí un buen trago de cerveza para quitar el sabor a sangre de mi boca. La temperatura era altísima cuando tocaba encarrilar una recta final en la que Aesthetics of Hate y Block nos dejaron casi sin aliento, justo antes de que Halo cerrase dos horas y cuarenta minutos de concierto inolvidable. El de Málaga no fue un simple concierto más de la gira.

Durante todo ese tiempo no me acordé de molestias de espalda, ni dolores de pies, ni de si estaban tocando un tema u otro… lo importante es que por algunos instantes me convertí en el chaval de 17 años que alucinaba con los riffazos de esta banda que, lejos de etiquetas, volvieron a volverme loco en la mejor actuación que les recuerdo.


Texto y fotos Rafa Diablorock.