Sello: Heavy Psych Sounds.
Crítica por Manuel J. González.


Precursores del grandilocuente desert rock, la banda de Mario Lalli y Gary Arce – con Bill Stinson en las baquetas – cuentan con un pedigrí que nunca olvida lo más importante: el arte musical por encima de todo. Lalli es y ha sido el padrino de una escena que, gracias al todopoderoso Josh Homme, ha llegado a oídos de melómanos de todo el globo terráqueo. Su agreste rock, que nació de la desidia de vivir en un lugar como el desierto californiano, acabó convertido en ineludible referencia de un género que en cierta manera murió antes de ser universal.

Cierto es que existen decenas de bandas intentando abrazar ese malogrado género bautizado como stoner rock, pero solo unos pocos privilegiados son capaces de sonar a verdadero desierto. Yawning Man son uno de ellos. Bellas texturas de guitarra, vasta musicalidad, y la inspiración del inmenso y evocador desierto. Ya sea el alto o el bajo desierto, las tierras que bordean esa maravilla llamada Joshua Tree National Park, sirven de plataforma conceptual a la hora de abordar tan bellas composiciones. Lalli sabe hacia dónde quiere ir, y Arce arpegia de manera excelsa ese intenso camino musical. No hay novedades, ni cambios sustanciales en su propuesta, algo que se agradece, tal como sucedió con los últimos trabajos de Ten East o Fatso Jetson. Ellos son el desierto, y no necesitamos nada más; ni siquiera a Kyuss. Suena “Skyline Pressure” o la adictiva “Grant’s Heart” – en la que Lalli pone voces como verdadera excepción en el combo – y deseas perderte en los confines de Pioneertown, o caminar por las desoladas y pudientes calles de 29 Palms.

Cierras los ojos y allí está el jodido y amado desierto. Se agradece que hayan grabado “Catamaran” para la ocasión, aunque es un tema que Kyuss robaron de manera tan acertada, que siempre sientes que el hurto fue en sentido contrario. Larga vida a Lalli y los suyos; sobra decir que estamos frente a uno de los trabajos más interesantes del año, junto al de los consagrados Yob, que curiosamente, estarán tocando este verano en ese mismo desierto.