Guns N’ Roses.
Gira: Not In This Life Time Tour 2018.
Download Festival Madrid, La Caja Mágica.
Viernes 30 de junio de 2018.

Fotos: Rafa Diablorock.
Crónica por John Custer.


Solo un año después de la histórica gira que nos trajo el Not In This Life Time Tour a Madrid y Bilbao en 2017, volvíamos a tener a Axl, Slash y Duff más su trupe de competentes mercenarios de nuevo por nuestro país, en este caso en el Download Festival madrileño que nos ocupa, y dos días más tarde en Barcelona.

Evidentemente la expectación no era tan alta como el año pasado, quien más quien menos ya sabía un poco lo que iba a ver, pero aún así volver a ver al mítico grupo reunido no dejaba de ser excitante. En el horario del festival tenían adjudicadas 3 horas y media, y no solo lo cumplieron sino que sorprendentemente lo superaron, llegando a las tremendas 4 horas menos cuarto de set. El repertorio fue parecido al de la gira del año pasado, aunque añadieron varias canciones como la sorprendente Slither de los añorados Velvet Revolver, más la rescatada Shadow of Your Love para la reedición del Appetite For Destruction, o clásicos menos trillados como Yesterdays o I Use To Love Her.

El sonido fue bastante bueno y potente en general, con un Axl que sacó en varios momentos su famoso y odiado Mickey, pero que compensó con mucha entrega y ganas de agradar. Y momentos donde vocalmente se salió, como en Shadow Of Your Love o Patience. De Slash poco hay que decir; no falla, su guitarra se hace dueña de todas las canciones, crea magia en Estranged. Solo podemos criticarlo en los solos de las canciones de Chinese Democracy, donde no le da la gana de hacerlos iguales por no ser canciones suyas. Y Duff, que decir de él, el bajista mas cool de la historia del rock. Es imposible molar más que Duff. Presencia, energía, carisma…tremendo.

Los tres juntos tras dos años de tocar seguidos son ya una máquina perfectamente engrasada. Menos peligrosos que en el 87, mucho más funcionariales, pero es 2018 y hay que ser consciente del paso del tiempo. El resto del grupo rayó a gran nivel, con un Richard Fortus especialmente inspirado. Tengo que decir que su solo en Black Hole Sun, homenaje a Chris Cornell que sorprendentemente siguen tocando un año después, fue genial. Destacar a modo simpático la moto incrustada en el piano en la que se sube Axl para tocar November Rain, tan bizarro y hortera como cabría esperar del loco de LaFayette.

El concierto finalizó con la habitual Paradise City y su confeti, y comenzó la polémica de si un concierto debe ser tan largo, con algunos solos de Slash, y un ritmo algo irregular donde tocan varias versiones. Personalmente no me voy a quejar de ver a uno de los grupos de mi vida tocar más de 30 canciones cuando podían tocar la mitad y cubrir el expediente. Es cierto que para el público ocasional que se acerca a escuchar Sweet Child O’ Mine y Welcome To The Jungle el que toquen casi 4 horas es excesivo. Que cada uno se posicione donde quiera, yo prefiero disfrutar con lo que nos ofrecen, ¡que no es poco!


DiabloRock