Sello: The Null Corporation
Por: Beto Lagarda
La tercera y última parte de la trilogía que Trent Reznor nos prometió ya es una realidad, y Bad Witch sube incluso el nivel de las dos predecesoras. El nuevo lanzamiento se suma así a Not the Actual Events y a Add Violence, publicadas en 2016 y 2017 respectivamente. La serie tuvo un comienzo difícil con Not the Actual Events, que fue un EP en su mayor parte decente y en general con una dinámica muy suave. Con Add Violence Trent se puso el mono de trabajo y acabó revitalizando el sonido de la banda, mostrando a unos Nine Inch Nails en su forma más enérgica y ruidosa desde aquel The Fragile del lejano 1999.
Bad Witch se relaciona más con Add Violence que Not the Actual Events. En esencia, sigue siendo un trabajo de rock industrial pero el álbum realmente se basa en todo tipo de influencias. Trent Reznor junto a su socio Atticus Ross nos ofrecen de primera mano una escucha sólida y atractiva, un proyecto conciso y ajustado que vincula elementos del rock industrial, el ambient y el jazz. Y como nos tienen acostumbrados, tanto la instrumentación como la producción no pueden ignorarse… siempre geniales.
En Bad Witch encontramos una mezcla de sentimentos encontrados, ira contenida y tensión, todo ello bañado por una sonoridad mucho más compleja y oscura de lo que nos tiene acostumbrados últimamente, jugando con capas de guitarras sobrepuestas, sonidos procesados y sintetizadores de esencia analógica; sonidos pulcro-sucios que son un contraste imposible milimétricamente bien ajustado. Trent Reznor nunca ha dejado de buscarse a sí mismo y sigue en su continua transformación, aquí nos invita a recorrer nuevos secretos oscuros de su mente. Sabe plasmar perfectamente su «yo interior» en la música y logra por momentos que aprendamos a pensar como él, a vivir la música como él.
Shit mirror nos golpea violentamente con un tema clásico de rock industrial de NIN, seguramente con él el mejor tema del disco. Play the Goddamned Part o Over And Out vienen acompañadas de una atmósfera irresistible que incorpora instrumentos oscuros y de jazz, así como potentes sintetizadores. También son relevantes otros momentos donde la oscuridad te sobrecoge, como en I’m Not From This World .
Bad Witch es una placa muy sólida tras varios años de mucha experimentación; aquí la suma sí importa y la mezcla de todos los sonidos que ha creado NIN a lo largo de estos años dan como resultado esta trilogía que, ahora en cómputo general, resulta rica en sensaciones y musicalmente. Un trabajo que se debe escuchar con la mente abierta, dispuestos a aceptar las distintas emociones que nos provoque. Un trabajo crudo, potente y absorbente… lo que siempre podríamos esperar de NIN.