Thou – Magus (2018)
Producción: James Whitten.
Sello: Sacred Bones Records.
Crítica por Manuel J. González.
Alguien dijo por ahí que este sería el año de Thou. A veces, las personas se anticipan a los designios. Es fácil relacionar a los estadounidenses con formaciones como Down, Eyehategod o Goatwhore, pues las mismas emanan desde los pantanos de Louisiana cuál gruñido henchido de ira. La música de Thou se anticipa experimento, aunque en el fondo este parida desde el raciocinio más consciente. Más de una década ha pasado desde que los de Baton Rouge arrancaran con el necesario “Tyrant” [2007, One Eye Records], anticipándose como un milagro el hecho de que hayan sobrevivido conociendo los ingredientes de su fórmula artística. Sin embargo, los chicos de Thou son muy listos, y han sabido jugar las cartas adecuadas – a “Magus” le preceden 3 cuidados y variados EP’s. Incluso se han atrevido con su primer videoclip. Bryan Funck y sus compinches lo tienen clarísimo, y saben que poseen ese mojo sureño con el que crear piezas demoledoramente emotivas.
El equilibrio entre el dolor y la esperanza. Entre la pesadilla y el inofensivo sueño. Lo han hecho tan rematadamente bien que acaban de ser confirmados como banda residente del holandés Roadburn 2019. ¿Y qué contiene “Magus” que no pueda ser encontrado en otros discos? Pues quizá una innata capacidad para dejarte perplejo mientras dilucidas por qué es tan complicado etiquetar a estos magos del eclecticismo. Bien cierto es que algunos de sus elementos compositivos puedan antojarse reiterativos de la escena underground estadounidense, pero por alguna extraña razón Thou te dejan embobado mientras saboreas cada una de las piezas de esta obra magna. No quiere decir esto que “Heathen” [2014, Gilead Media] no tuviera lo que hay que tener; sin embargo, quizá haya tenido que transcurrir el tiempo para que los astros se alineen y podamos entender la envergadura de lo que tan delicadamente han estado cocinando estos reyes de la introspección.
Lógicamente, son necesarias algunas escuchas para que acaben cogiéndote por las pelotas; pero una vez entras en su oscuro mundo, ya no hay vuelta atrás. Una producción acertadísima por parte de James Whitten provoca que “Magus” cruja como necesitamos que lo haga; la saturación de las guitarras es la justa, la base rítmica envidiablemente compacta. Por no hablar de los diferentes y excelsos arreglos que convierten la música de Thou en un envidiable objeto de arte. “Elimination Rhetoric” no hace más que constatar que el combo juega en otra liga. Y como en otras ocasiones, las palabras sobran; ¡qué suene la música!
Manuel J. González