¿Qué es un disco bastardo? Hace tiempo que venimos catalogando como bastardos a los discos que supusieron un patinazo en la carrera de cualquier banda. Discos que forman parte de la discografía oficial de sus creadores, legítimos por tanto, pero ilegítimos para casi todos sus fans. Creaciones repudiadas por todo el mundo, y que hasta sus autores tratan de olvidar. Álbumes que son todo lo contrario a lo que se espera, ovejas negras, experimentos fallidos, concesiones gratuitas a la comercialidad, trabajos con miembros emblemáticos ausentes, y en definitiva un trago amargo que, cómo no, a nosotros también nos encanta paladear. Nueva sección por tanto, porque ejemplos ya se os han ocurrido muchos, ¿a que sí? Pero no demos más pistas y empecemos con el primer Bendito Bastardo a rememorar, Scream de Chris Cornell, o como muchos lo llamaban por aquel trabajo, «Crisis» Cornell.

Chris Cornell – Scream (2009)

Texto por John Custer.


Todos los artistas con una carrera larga suelen tener momentos poco inspirados, o donde toman una dirección musical errónea y que el paso del tiempo pone en su sitio, pero el caso que nos ocupa, Scream, en su momento fue un auténtico cataclismo para los fans de Cornell y del rock en general. ¿Qué coño se le pasaría por la mente a una de las voces más representativas del rock noventero, autor de himnos como «Jesus Christ Pose», «Black Hole Sun» o «Like a Stone», para cruzar sus caminos con un famoso rapero como Timbaland?

Chris se encontraba en 2007 y 2008 un poco en tierra de nadie. Tenía muy reciente la separación de Audioslave, en 2006, y su disco en solitario Carry On no había terminado de funcionar como él quería, con giras por todo el mundo tocando clásicos de todas sus épocas pero sin hacer mucho ruido. Necesitaba un volantazo a su carrera,  pero seguramente no estuvo lo que se dice bien asesorado (se rumorea especialmente por su cuñado) cuando le sugirieron conocer a Timbaland para unas remezclas del propio Carry On. Remezclas que acabaron en la feliz de idea de “¿Por qué no hacer un disco entero?”

El disco se compuso y grabó del tirón en poco más de un mes, todo producido por el infame Timbaland, con colaboraciones de la talla de Justin Timberlake. Y como homenaje del propio Cornell a discos que escuchaba de joven, quería que formara todo una pista, que la música no dejara de sonar nunca entre canciones, con intros y outros.

La debacle llegó a los fans con el primer single, Part Of Me, una canción bailable, con uno de los estribillos más cutres de la historia, con un videoclip horroroso, y que como no podía ser de otra forma, tuvo cierto éxito en las radiofórmulas. «Esa zorra ya no forma parte de mi» decía la letra… Sin palabras.

Y esto es lo que pasa cuando conviertes a tu cuñado en tu asesor artístico.

El resto de singles fueron más decentes, como la propia Scream o la interesante Ground Zero. La producción y la voz eran excelentes, y se notaba el dinero puesto a disposición del disco. Pese a la publicidad que generó y al marketing que tuviera, el disco no terminó de funcionar a nivel comercial. Al público al que iba destinado el disco les chocaba esa voz tan estridente para sus standards, y los fans de Cornell corrieron aterrorizados, con lo que el experimento duró lo que duró y seguramente precipitó que en 2010 volviesen Soundgarden con un Cornell renovado.

Personalmente y tras todo lo dicho, ¡¡¡tengo que decir que el disco me parece una bizarrada genial!!!, me encanta y siempre lo he defendido y escuchado cada poco desde que salió. Cornell se excusaba diciendo que era un experimento que quería hacer, una especie de disco de su adorado Michael Jackson, ¡y yo estoy totalmente de acuerdo! Tras el infierno de bases que tienen todas las canciones, el espíritu tristón pero optimista de Chris se deja ver en muchos momentos, como en la genial Climbing up the Walls o en Long Gone. Y de broche, como canción oculta, la acústica Two Drinks Minimum. Una joya, de lo mejor que compuso Chris en sus últimos 15 años.

Estamos en 2018, Chris se fue hace año y medio, y me gustaría que todos nos volviéramos a poner Scream, aunque sea para echarnos unas risas ante lo surrealista de la propuesta. Seguro que más de uno se sorprende tarareando el enfermizo estribillo de Wacht Out!

«Pick it up, pick it up, watch out, now pick it up»

DiabloRock


Relacionado:

Chris Cornell: 10 momentos importantes de su carrera

Recordando a Chris Cornell: El libro de condolencias