El resultado de una placentera charla telefónica con uno de los artistas noruegos más legendarios. Perteneciente a nuestro selecto grupo de Los 200 artistas vivos más importantes del universo Diablorock, el cerebro de EmperorVegard Sverre Tveitan, se concentra desde hace años en su proyecto en solitario. Ihsahn lleva una fructífera década en la que se las arregla para mantenerse cerca de sus raíces oscuras con una valentía experimental irrenunciable. Estandarte del metal de vanguardia, en nuestra extensa entrevista nos habla de su último disco, Ámr, sin que perdiésemos la oportunidad de preguntarle por su pasado y proyectos venideros.

Fotos: Bjørn Tore Moen.


“Ámr” es un disco más íntimo, más oscuro, más retorcido… y más si lo comparas con el anterior trabajo, que obtuvo muy buenas críticas y sin embargo ahora abandonas en muchos aspectos para este nuevo trabajo. ¿Es algo premeditado?

Es justo lo que pretendía. Es difícil de explicar, y a la vez es muy fácil. Podría hablar que cada enfoque de cada disco es diferente, pero lo cierto es que desde mi primer trabajo en solitario trato de hacer un esquema previo con cada una de las ideas que me van surgiendo. Tomo sonidos, imágenes e ideas que me sirvan de inspiración y luego dibujo un escenario en el que quepa todo, un boceto del disco que quiero hacer. A partir de ahí empiezo a componer con esa meta en mente. Si te fijas en «Arktis», obviamente el lugar era el Ártico, en un escenario abierto, verás sonidos y letras que lo recrean en él, y para el último disco el escenario era cerrado, un espacio cerrado mucho más íntimo. Desde la portada lo trato de sugerir, trata de reflexiones en esa especie de habitación oscura. Los sonidos del disco evocan esa sensación íntima, adornado con sintetizadores analógicos, que son más claustrofóbicos, en lugar de abiertas secciones de orquesta.

En este disco hay ausencia de grandes invitados en comparación con otras ocasiones ¿Buscabas con este disco esa sensación de soledad?

Es todo siguiendo impulsos. En un principio mis trabajos tenían menos invitados también, luego sí hubo más, así que es un poco ir atrás y adelante, salvo quizá la participación del saxofón que es una idea recurrente. A veces estas cosas llegan al final del proceso, Fredrik Åkesson (Opeth) tocó la guitarra por casualidad. Lo conozco desde hace mucho, es un guitarrista top técnicamente, pero el alma de su guitarra es increíble. Salió de una conversación, dijo que estaría encantado, le mandé un audio cuando estaba en Japón y… bueno, todo el mundo puede ver que hizo un trabajo soberbio.

Hay riffs muy metálicos, muy concretos y directos, pero sin embargo el desarrollo de los temas es siempre muy inesperado. ¿Huyes de lo establecido?

En realidad no. En «Arktis» sí quise alejarme de algunas estructuras, de algunos signos elementales de algún estilo y otro, pero las estructuras de las canciones para este disco son muy tradicionales también.

El título del disco, «Ámr», ¿qué es lo que significa?

Es un viejo vocablo noruego, se refiere al código legal noruego, o la vieja ley de Noruega. No hay una palabra que lo traduzca, pero para mí significa “turbio”, oscuridad o moho, para mí es la definición de esa habitación que antes te describía. Todas las imágenes que junté para inspirarme para este disco me parecían de ese modo. La idea de bautizar el disco así me la dio mi mujer, la palabra permite también que tenga algo de místico a la vez que tiene un significado muy simple.

Tiene relación con el tercer tema, “Sámr”. 

Tiene un significado similar, pero no es lo mismo. Encontraste la conexión porque la hay (risas), pero es ligeramente diferente.

Es un tema muy diferente y chocante, tiene un solo fantástico, pero se contrapone a la esencia más oscura del álbum. ¿Cómo debe ser enfocado el tema en el contexto del disco ?

Me gusta jugar con la yuxtaposición de las cosas, y ese tema como bien dices no es el más oscuro, pero las letras son posiblemente las más oscuras del disco. Dentro de una línea poética que para mí tiene mucho paralelismo con la lírica tradicional del black metal, pero en realidad no te puedo dar una interpretación o justificación de ese contrapunto en el disco ni por qué la hice.

Un músico que colabora contigo siempre es el batería Tobias Ørnes Andersen, ¿hasta qué punto podemos decir que eres multiinstrumentista?¿Le dejas carta blanca?

Durante un tiempo sí que me encargué de la percusión, inicialmente con baterías programadas y posteriormente con unos patrones rítmicos básicos que quería que se introdujeran con la percusión. Pero ahora no tendría sentido contar con un batería tan talentoso como Andersen si emborronara su trabajo condicionándolo de algún modo, así que trato de explicar de una manera ilustrativa lo que busco en la canción, de una manera más genérica que el resto de la música, y él se encarga de dármelo. Y tengo que decir que siempre consigue sorprenderme con la interpretación que hace, me lo pone muy fácil porque no hay nada que le presente que no sea capaz de hacer.

Tengo claro que te da igual la opinión de público y crítica, ¿pero hasta qué punto estás pendiente de su reacción o te llegan a condicionar sus opiniones?

Te puedo decir que jamás me ha afectado, primero por respeto a mí mismo, y segundo por respeto a cualquiera que escuche este tipo de música. Nunca intenté hacer música para un tipo de mercado, o algún tipo de lo que sea. No creo que exista quien sea capaz de dictaminar qué está bien o mal para este tipo de música… para uno u otro subgénero de música underground. La gente que escucha este tipo de música no acepta que trates de ofrecer algo que no sea genuino, que esté condicionado de alguna manera. Siempre he mantenido ese estado de compromiso, algo que no pasó en los días de Emperor.

Se habló de un proyecto entre tú y Rob Halford, o al menos él parece que está interesado en trabajar contigo, ¿sucederá?

Es cierto que hablé con Rob sobre este proyecto hace bastante tiempo. Lo conocí por primera vez en 2001, o algo así. Estaría genial, fue una idea que salió de él, el problema es que siempre estamos cada uno con lo nuestro, él está muy ocupado con Judas Priest, y yo con lo mío. Pero espero que lo podamos hacer en algún momento, imagínate, estaría genial.

También hubo noticias de otro proyecto entre tú y Matt Heafy de Trivium. 

Sí. Se hizo una colaboración y se habló de volver a hacer algo, y no sólo como productor. Matt trabajó en mi disco anterior y yo estaré seguramente trabajando en algo suyo, él me quiere como productor y colaborador para su proyecto en solitario, “Breach You”. Es algo que está en desarrollo, estuvimos probando ideas, intercambiando material; haremos algo pero si te soy sincero no es algo que vaya a pasar mañana (risas). Y he de reconocer que es un lujo tener este problema.

En tu juventud te definías como ‘Satánico’. A tus 42 años, ¿cómo defines tus creencias?

Bueno, creo que estoy mucho más allá del punto donde tendría que tener la necesidad de etiquetar mis puntos de vista sobre esas palabras; de todas formas, como un aspecto o término limitante, fue un punto de partida. Era un tipo de enfoque interesante y simpático de mis años de adolescencia. En aquellos años en los que realmente, por supuesto, recurres a este tipo de expresión porque eres ese adolescente rebelde que necesita encontrar su lugar, como supongo que la música rock’n’roll siempre lo ha hecho desde que Elvis sacudió sus caderas en la televisión, Sex Pistols o Iron Maiden con «The Number of the Beast»… que sabes que es una cultura. Simplemente hay una era para cada generación, al posicionarte es una especie de limitación, pero al mismo tiempo te pones en un lugar muy especial, y logras que las personas reaccionen. Una vez conoces ese tipo de afirmación ya sabes cómo son sus puntos de vista, y cómo es su moral, se reflejan unas ideas preconcebidas y la reacción a tal tipo de declaración es radical. Ha sido muy interesante, creo, así que no puedo decir me arrepiento. Fue muy temprano, tuve que crecer muy rápido… pero, supongo que he pasado el resto de mi vida tratando de entender que no tengo que discutir y reflexionar sobre esas grandes preguntas, así que ni tan mal (risas).

Tu último trabajo con Emperor es considerado por muchos como el inicio de tu carrera en solitario. ¿Estás de acuerdo? ¿Es fácil separar para ti esas etapas o es más una transición lenta? 

Puedo decir que sí y no. Podría decir que sí en muchos aspectos prácticos, como la grabación, la composición. En todos los álbumes de Emperor, pero en particular los dos últimos, prácticamente yo lo componía todo, todas las letras, y también interpretaba la mayoría de instrumentos. Pero por otro lado Samoth tocó sus partes en ese álbum y fue escrito como un álbum de Emperor. Entonces, a pesar de que no escribieron nada, fue un consenso, con lo que considero que eran sus gustos, y ya sabes lo que ello significa; así que si lo hubiera escrito en la mentalidad de artista solista podría haber sido muy diferente, más experimental, supongo. En esa perspectiva, ese disco era una especie de previo al paso natural de mi carrera en solitario.

En 2015 tocaste en el Be Prog my Friend, el festival de rock y metal progresivo de Barcelona. ¿Qué te pareció tocar en ese festival junto a bandas como Meshuggah, Devin Townsend o Riverside?

Fue maravilloso. Creo que fui afortunado por partida doble, porque venir de Noruega y tocar allí este estilo de música… tener una carrera con una banda que dejas de lado pese a su éxito para continuar en una carrera en solitario, y que te reciban así, es ser muy afortunado. Con siete álbumes en solitario pudiendo tocar en todo el mundo… es un gran privilegio y tengo mucha suerte. Y por supuesto me gustó tocar en Barcelona. Creo que la gente debate mucho la forma en que encajas en este u otro festival, y fíjate que todas esas bandas que mencionas son muy diferentes. Supongo que la mayoría de nosotros crecimos con Iron Maiden y ya está, somos todos iguales (risas).

Lo que sí supongo es que para ese tipo de eventos prefieres tocar en oscuridad, de noche o en recinto cerrado…

Absolutamente, eso es algo que he notado tanto con Emperor como en solitario, se prestan mejor los lugares nocturnos, o tocar en carpa o en lugares interiores. También está que no me gusta tocar en ambiente caluroso, y en España es todo extremadamente caluroso. Pero tienes que tocar en los festivales que tienen la amabilidad de contratarte. Obviamente creo que es más fácil para el público entrar en la atmósfera cuando el entorno ayuda y combinan los sonidos con el espacio, pero creo que eso es así para la mayoría de los grupos. También vi a Mötley Crüe a la luz del día, o Alice Cooper, y evidentemente tendría una atmósfera diferente de haber sido de noche.

El año pasado te vimos dos veces con Emperor, en Hellfest con la gira de 25 aniversario de «Anthems to the Welkin at Dusk», donde el público estuvo genial, y en España por primera vez en el Rock Fest de Barcelona, donde había gente en primeras filas sentados esperando a Aerosmith…

Recuerdo que lo pasamos muy bien, sentí que había mucha gente en el público cantando las canciones. Y sí, Deep Purple o Aerosmith eran al día siguiente, creo que pasó algo así cuando tocamos en Sweden Rock 2014, tocamos en uno de los mainstage y los fans tenían el pelo arreglado como Ted Nugent o Billy Idol. Obviamente, hay muchos fans que no son nuestro público prototipo, pero puede que nunca sepas… quiero decir, he tocado en sitios grandes y a veces es pura magia y otras veces es más fiasco (risas). Eso es algo estupendo de la música. También he tocado en shows muy pequeños en los primeros días con Emperor con 70 personas allí, y sucedía algo abrumador, por lo que no hay un factor particular que pueda garantizarlo, ese tipo de magia sucede. Solo tienes que buscarlo cada vez.

¿Por qué ha sido tan difícil ver a Emperor por aquí?

Para la mayoría de gente ha sido difícil poder ver Emperor en directo en cualquier lugar. En 2014 programamos solo siete shows, pero tuvimos cientos de ofertas; tuvimos que priorizar sobre lo que queríamos hacer, cuánto tiempo y qué tipo de show, si encajaban muchos aspectos a tener en cuenta. No sólo fue complicado tocar en España, ha sido complicado en todos sitios (risas).

Ya en solitario, tu carrera ha sido prolífica y variada, has mezclado el black metal de Emperor con el rock progresivo. Nos encantan todos tus trabajos, incluso el incomprendido «Das Seelenbrechen»; en «Akrtis» retomaste la esencia black y nos regalaste uno de tus mejores trabajos. ¿Cuál de tus discos recomendarías a alguien que nunca ha oído un disco tuyo?

Como fan, cuando yo descubro un artista y quiero adentrarme en su carrera, siempre empiezo por su último disco, así que diría que escuchara lo último que he sacado y que fuese avanzando hacia atrás en mi catálogo. Siempre trato de escuchar lo más nuevo que un músico tiene que decir, por lo que lo recomendaría a alguien en el caso que me planteas. Creo que es la manera más correcta de hacerlo, mejor que haciendo lo que podría ser lógico, que es tomando de partida el primer trabajo, pero eso no permite descubrir todo el potencial que podrás encontrar más adelante. Estoy orgulloso de mis dos primeros discos en solitario, pero creo que mi expresión como artista en solitario no llegó hasta tiempo después.


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