El riff lord por excelencia, el guitarrista de Black Sabbath, Tony Iommi, reveló que está trabajando muy en serio en nueva música. Algo que comentó durante una sesión de preguntas y respuestas previa a la proyección del documental de Black Sabbath, The End Of The End en el Festival de Cine Whitley Bay de EE.UU. Es curioso que pese a ser una declaraciones de hace meses sea en estos días cuando trascienden las declaraciones, debido a que es ahora cuando un vídeo de la filmación de dicha charla se ha difundido. Iommi dijo:
Todavía estoy escribiendo cosas; he puesto ideas en diferentes grabaciones. Cuando todo este clima agradable y soleado (era verano cuando pronunció las palabras) se vuelva sombrío, comenzaré a ir al estudio a dejarlo plasmado. Mi ingeniero, que estuvo conmigo en casa, acaba de trabajar en el álbum de Judas Priest. Ahora ha terminado eso y esperamos que comencemos de nuevo y anotemos algunas ideas. Aún no sé qué será, o si será un álbum instrumental. Muchas personas se me acercaron para hacer algo con ellos.
Iommi anunció recientemente dos nuevos actos «A Life In Music», que se celebrarán en Paisley Town Hall en Paisley, Escocia el viernes 12 de octubre (7 PM), y en Assembly Rooms en Edimburgo, Escocia el sábado 13 de octubre (7 PM). En estos eventos el legendario guitarrista dará una charla acerca de su fascinante vida recorriendo momentos de toda su carrera. Un personaje cuya influencia en la historia de la música popular ha sido increíble, un innovador clave y una verdadera estrella de rock en todos los sentidos, elegido como número 4 en la lista de los 200 artistas vivos más importantes para el universo Diablorock.
En una nueva entrevista con The List, Iommi habló sobre su vida con Black Sabbath y el famoso accidente que sufrió en su mano y que condicionó de por vida su modo de tocar la guitarra:
Mis dedos estaban siempre dañados cuando solía trabajar en una fábrica de soldadura. Un día me dieron unas piezas metálicas para soldar, el tipo que solía dármelas me puso el material en su máquina, una máquina en la que no había trabajado antes, no me habían mostrado correctamente como usarla. Básicamente se me cayó la máquina encima de los dedos y cuando retiré las manos me dejé la punta de mis dedos ahí, era como una gran guillotina. Cambió toda mi vida en términos de tocar. En primer lugar varios médicos me dijeron que nunca podría volver a tocar, así que tuve que desarrollar algo que me permitiera hacerlo. Hice mis propias puntas ortopédicas para los dedos [de cera] porque estaban muy entumecidas y doloridas, tuve que aprender a tocar de nuevo, con un estilo diferente, y tratar de encontrar una forma en la que lo hiciera cómodo y no me doliera. La guitarra fue desde entonces completamente diferente y la configuré con diferentes cuerdas, todo tuvo que cambiar.