Mötley Crüe – Dr. Feelgood (1989).

Texto por Udo Urrutia.


Tras su publicación, de la cual se cumplieron hace unas semanas 29 años, la crítica se deshizo en elogios, y no era para menos porque “Dr. Feelgood” es la quintaesencia del heavy glam de finales de los ochenta, tiene un sonido espectacular y diez canciones donde la banda da buena muestra de la calidad que proporciona la madurez a algunos músicos de rock. Estamos ante el disco perfecto, siendo además comercial, alcanzó el número 1 entre los discos más vendidos en USA, superando las seis millones de copias vendidas y con cinco singles en lo alto de las listas con sus respectivos videoclips, emitidos una y tras vez por las cadenas televisivas juveniles de la época.

No fue fácil parir este álbum, la banda venía de una espiral autodestructiva que hizo que todos sus miembros entraran en procesos personales para desintoxicarse de las drogas, alcohol y actitudes violentas. Aunque vendieron la novedad de estar limpios, la realidad es que tras semanas de trabajo perdidas el productor Bob Rock tuvo que tomar la decisión de que los músicos grabaran por separado porque no hacían mas que discutir, enfadarse e incluso pegarse producto de las adiciones que decían haber dejado atrás. En vista del resultado, podemos decir que Bob Rock acertó plenamente, Vince Neil no ha cantado mejor en toda su vida, Nikki Sixx está en su momento álgido como compositor, Mick Mars se sale en cada nota y Tommy Lee se muestra potente pero sin desfasar, ofreciendo matices nuevos y creciendo como percusionista.

Musicalmente las composiciones son variadas, hay riffs de guitarra que quedan para la historia del rock, como en “Kickstart My Heart” o la propia “Dr. Feelgood” con un Mick Mars totalmente desatado. En el tema que da título al disco Mars usa una afinación en ‘Re’ diferente a la habitual rebajando el tono, lo que le da una textura muy original. Por otra parte, es el single más vendido en la carrera de Mötley Crüe con más de medio millón de copias (y eso que no versa sobre algo fácil de digerir) nos cuenta una historia de narcotraficantes mexicanos en Hollywood.

“Without You” es la balada del disco, con armonías extrañas que la convierten en un tema exótico casi Beatleniano, nos cuenta la peculiar historia de amor entre el batería Tommy Lee y su pareja de entonces, la actriz Heather Locklear (la mala de la serie “Dinastía”). Otro tema que tiene ciertas referencias a los Beatles es “Slice of Your Pie” -está inspirada en “I Want You (She’s So Heavy)”- y cuenta con Steven Tyler en la introducción. El vocalista de Aerosmith también ayuda en los coros de “Sticky Sweet”. En “Rattlesnake Shake” no participa Tyler, pero el tema si tiene cierto aroma a la banda de Boston, una de las influencias remarcables de los Crüe.

Entre las canciones más comerciales destacaría “Same Ol’ Situation (S.O.S.)” tema que habla sobre el lesbianismo, con un estribillo muy pegadizo y un puente muy logrado. Y el medio tiempo “Don’t Go Away Mad (Just Go Away)” en la que la banda hace un cierto repaso a su propia historia con referencias a su clásico “Too Young To Fall In Love”, mención especial para el bajo, delicioso. Otra a destacar es “She Goes Down” que hace pensar directamente en el anterior álbum “Girls, Girls, Girls” tanto por la música como por la lírica.

Hay un tema que parece quedó arrinconado, no fue lanzado como sencillo y apenas lo han tocado en directo sin dejar de ser un temazo: “Time For Change”. Un precioso medio tiempo compuesto por Nikki Sixx y Donna McDaniel, una de las coristas que les acompañó en las giras de 1987-1991, y que ha trabajado con otros artistas como Billy Idol.

La producción y el trabajo de Bob Rock es perfecto, básico para el resultado final de esta obra. Este disco y esa forma de producir influyeron en cantidad de artistas de metal y rock, y convirtieron a Bob Rock en el hombre de moda al que todo el mundo quería en el estudio… Metallica, Bon Jovi, The Cult, Skid Row…