OddZoo – Future Flesh.
Sello: Blood Music.
Texto por Manuel J. González.
Tras una preciosa e impactante ilustración a cargo de Kerstin Paillard, se amparan estos franceses devotos de la electrónica – de hecho, han colaborado con ni más ni menos que sus compaisanos Perturbator y Carpenter Brut –, que arrancan con un debut que mezcla con delicadeza y buen gusto los sintetizadores, el pop y el más sucinto noise. Imposible no volar de nuevo a nuestros recuperados ochentas.
Masterizado por el batería de los legendarios Cult of Luna, Magnus Lindberg, “Future Flesh” se antoja como un viaje a los confines del más futurible romanticismo. Relacionados con The Soft Moon o Pavement, los franceses se atreven con bellas aunque dolorosas intensidades, pero también con momentos en los que sientes que levitar es una necesidad diaria. No podemos olvidar ese nexo con los californianos Drab Majesty, que estarán este año en nuestro adorado Roadburn Festival. No hay mejor electrónica que aquella que no se olvida del elemento pop. Canciones al servicio de las máquinas. ¿Se puede pedir más? De hecho, con “Lizzy” consiguen sonar hasta hooliganistas. Incluso podría visualizar a miles de ingleses danzando bajo los intensos focos del día del fin del mundo.
La formación consigue evocar con acierto decenas de postales que nos sitúan en un planeta tierra al borde del abismo. ¿Qué nos queda a parte de bailar antes de convertirnos en olvidadas cenizas? El destructivo single “Another Cold Strong Drink” habla de amor, o mejor dicho de ese desamor constante provocado, en parte, por la celeridad de los días que nos ha tocado vivir. Yo digo sí a OddZoo.