Muse – Simulation Theory (2018).
Fecha de publicación: 9 de noviembre de 2018.
Sello: Warner Bros.

Texto por Rafa Diablo.


Muse ya nunca publicarán un nuevo disco en el que todos nos pongamos de acuerdo. En cada nuevo trabajo parecen hacer llamamiento a un determinado tipo de oyente, aunque en realidad la intención de la banda no sea otra que sumar un nuevo y autocomplaciente refuerzo de marca. Muse es una banda de popularidad desproporcionada y no es que se puedan permitir este tipo de cosas, es que es la clave de su éxito. Por un lado da pena pensar lo que eran y en lo que se han convertido, pero supongo que cada uno podrá poner ese «lo que eran» en un periodo diferente de la banda.

Simulation Theory es una aventura musical que mezcla el enfoque 70’s de Giorgio Moroder, el techno/pop de New Order, junto a un pulido pop/AOR con aroma a banda sonora de cine de los 80. Los riffs de guitarra quedan casi totalmente aparcados, con alguna excepción como ese atisbo a la influencia primitiva de Tom Morello en Break it to Me. No tan delirante como los avances hacían temer, Muse retrata en fondo y forma el mundo de lo virtual. Una alegoría de lo que realmente somos, lo que quisimos ser y jamás seremos, envuelto en una estética retrofuturista tanto en lo sonoro como en todo lo visual que acompaña al disco, que no es poco. Pese a todo, es imposible que Matt pase desapercibido, sus teclados y timbre de voz son el sello de identidad de la banda. Bellamy en realidad vuelve a hacer su gran especialidad, montarse en globo aerostático con sus instrumentos y dejarse llevar por los cambios de presión más caprichosos. Muse tienen en su frontman un punto central desde el que pivotan con libertad hacia cualquier estilo; y ya no vale llorar implorando que vuelva a coger la guitarra y riffear… lo intentó sin demasiado acierto en Drones (2015).

Ideas exuberantes, algunas festivas y otras más oscuras (enorme The Void en ese aspecto), con media docena de singles que volverán a pulverizar las listas de ventas. Como Algorithm, Propaganda o Something Human, que encontrarás en diferentes versiones si te haces con la edición extendida del disco, totalmente obligatoria recomendable por cierto. Y es que en estos tiempos, que con cuatro duros se graban discos con una computadora guarra en un sótano, es un auténtico placer escuchar el resultado de una megaproducción; justo lo que aquí encontramos. Podrán pegarsela o no, habrá temas más anodinos que otros, pero el que una banda se deje billetes en estudios de grabación es del todo reconfortante; se nota cuando subes el volumen y la música inunda de esa manera. Simulation Theory está deliciosamente al límite de la sobreproducción, resultado del trabajo de la propia banda a los controles junto con varios ingenieros galardonados, entre ellos Rich Costey, Mike Elizondo, Shellback o Timbaland, de modo que muchos no sabrán si quedarse con las versiones oficiales de los temas del disco o con los enfoques alternativos del bonus.

Un nuevo disco de Muse y otro gran WTF!, lleno de temas que se inician de la manera más exasperante (Get Up and Fight) pero que dejas correr hasta finalmente terminar celebrando. Cortes realmente interesantes como Propaganda, con ese tono tan 80’s que recuerda a Terence Trent D’arby o Prince. O Dig Down con sus cálidos sintetizadores… synthpop hermoso, suave y sedoso. Delicioso para algunos y odioso para otros. Un disco con estribillos pomposos del pop más épico, que provocará conmociones positivas y negativas según la paciencia del oyente. A mí es que me gusta Franco Battiato, y Blockades por momentos parece hecha para sintonía de la vuelta ciclista a España… pero la de 1983.

El mejor consejo que puedo dar en este caso es que dejes tus prejuicios bajo llave, y que escuches Simulation Theory sin expectativa alguna. Muse siempre necesitaron manual de instrucciones, y tratar de encontrarlo es seguramente lo más entretenido.

Y sí, el nuevo disco de Muse le encantará a Tobias Forge.