Ahora que Ritchie Blackmore parece que le ha vuelto a coger el gusto al rock, y que el año que viene recalará en España con sus Rainbow, es un gran momento para reivindicar una de las etapas más controvertidas de la trayectoria de la banda. Me refiero al tramo final de la primera etapa del Arcoiris que transcurrió entre 1980 y 1984. En definitiva, los años con Joe Lynn Turner.

Mucha gente asocia a Rainbow con el clasicismo de la etapa en del maestro Ronnie James Dio a la voz. Son los años que siguieron al abandono de Purple por parte de Blackmore y los seguidores del hard rock más puristas consideran que tras el abandono del portentoso vocalista el grupo mantuvo el nombre pero perdió su esencia. Yo desde luego discrepo. Si bien estoy de acuerdo en que tras los primeros discos de la banda hay un cambio importante, no lo valoro negativamente. Todo lo contrario. En mi opinión, tanto Graham Bonnet como Joe Lynn Turner realizaron una gran labor y los discos post-Dio de Rainbow son muy pero que muy recomendables. A modo de confesión personal he de decir que Down To Earth es mi favorito. Pero no divaguemos y volvamos al momento en que la década de los 80 comenzaba y se producía un nuevo “cambio de guardia” dentro de la formación liderada por Blackmore.

En 1980, tras la publicación de Down To Earth, Rainbow habían obtenido su primer hit radiofónico con Since You Been Gone. Además habían sido cabezas de cartel del Festival Monsters of Rock de Donington de aquel año. Pero el choque de personalidades entre Graham Bonnet y Ritchie Blackmore hizo que la situación en el seno de la banda se hiciera insostenible, lo que desembocó en el despido del vocalista. Poco tiempo después era Cozy Powell quien decidía abandonar la formación tras haber ocupado durante años el puesto de batería siendo reemplazado por Bobby Rondinelli.

La búsqueda de un cantante fue un proceso delicado. La banda había compuesto una buena cantidad de material e incluso grabado ya varias pistas pensando en la voz de Bonnet, por lo que ahora se imponía el encontrar un vocalista que se adecuara al registro del británico. Blackmore estaba decidido a triunfar en EEUU y buscaba una voz capaz de adaptarse tanto a temas rockeros como a melódicos. Finalmente, y fiel a su estilo de dar cancha a vocalistas poco conocidos, anunció el fichaje de Joe Lynn Turner, por aquel entonces líder del grupo Fandango, de cuya existencia muy poca gente era conocedora. Una vez más la pregunta flotaba en el ambiente. ¿Sería capaz el nuevo miembro de estar a la altura de la responsabilidad y dar la talla?

Difficult To Cure

Joe Lynn Turner es un artista que ha sido tachado, sobre todo en los últimos años, de hortera y ridículo. Y es cierto que no siempre ha elegido bien sus proyectos. Pero cuando ha sabido rodearse de bandas competentes ha demostrado ser un excelente cantante capaz de adaptarse a muchos estilos. En 1981 Ritchie Blackmore buscaba acercarse al sonido de bandas como Foreigner y pensaba que con Turner a la voz podría lograrlo. No se equivocaba. El nuevo frontman del grupo se incorporó cuando una gran parte de lo que iba a ser el próximo disco de Rainbow ya había sido grabado en Dinamarca, por lo que su aportación se limitó a poner voz solista a las canciones previamente compuestas, aunque pudo aportar letras en Freedom Fighter y Midtown Tunnel Vision. Debido a esta circunstancia, el vocalista declaró posteriormente que se vio obligado a cantar en un tono más alto del habitual en él. Algo que no hizo en los discos posteriores en los que los temas fueron escritos con su voz en mente de los compositores.

El nuevo álbum se publicó en marzo de 1981 bajo el título de Difficult To Cure. Lo primero que llamaba la atención era su enigmática portada con esos inquietantes cirujanos, obra del estudio Hipgnosis. Poco después se supo que había sido diseñada tiempo atrás para el disco Never Say Die de Black Sabbath pero que fue rechazada por Iommi y los suyos. Al igual que en Down To Earth, Roger Glover volvía a ejercer de productor y se confirmaba el giro radical del sonido del grupo. Compuesto por nueve canciones, dos de las cuales eran instrumentales, el disco ahondaba en la senda iniciada en su anterior trabajo y presentaba un sonido definitivamente alejado del de la etapa con Dio. Pero diferente no equivale a peor. Desde el inicio con I Surrender quedaba claro que pese a la evidente intención de Blackmore de lograr hit singles, la banda no había abandonado el hard rock y temas como Spotlight Kid o Can´t Happen Here así lo demostraban. En otras canciones como Magic o No Release era mucho más acentuado el viraje hacia la comercialidad pero sin que por ello la calidad se resintiera. Al contrario, demostraban la versatilidad de unos músicos que en aquel momento no mostraban complejos de ningún tipo.

Mención aparte merecen los instrumentales del disco en los cuales se recuperaba la esencia más clásica del Arcoiris. Vielleicht Das Nächste Mal (Maybe Next Time) lograba conmover mientras que Difficult To Cure era una libre adaptación de la Novena Sinfonía de Beethoven en la que el arisco guitarrista daba rienda suelta a su pasión por la música clásica. Con esta curiosa mezcla estilística el disco fue recibido con división de opiniones. Algunos de los viejos fans de Purple y Rainbow con Dio veían con indisimulado asombro y malestar la evolución del grupo. Por el contrario, otros muchos disfrutaban de esta nueva faceta más melódica . Blackmore volvió a confiar en otra composición de Russ Ballard para impulsar las ventas del álbum. Y al igual que Since You Been Gone, I Surrender se convirtió en un éxito. A su vez, temas como Difficult To Cure o el potente Spotlight Kid se incorporaron al repertorio del directo del grupo, que salió a la carretera para defender el LP. Fue la definitiva prueba de fuego para Turner, superada con nota, tanto a nivel artístico como personal, ya que fue aceptado por la mayoría de fans del grupo además de hacer buenas migas con el resto de miembros de la formación.

Tras una serie de exitosos y multitudinarios conciertos por Estados Unidos y parte de Europa el grupo quiso aprovechar el momento dulce que atravesaban a nivel creativo encerrándose en un estudio de grabación en Quebec (Canadá) para dar forma a lo que iba a ser su siguiente disco.

Straight Between The Eyes

Llegados a este punto, Joe Lynn Turner ya estaba totalmente acoplado a la banda y pudo trabajar codo con codo junto a Blackmore en la composición, adecuando en esta ocasión los temas a su manera de cantar. Asimismo, el núcleo de la banda continuaba intacto. De nuevo Roger Glover se hacía cargo de las labores de productor produciéndose solamente un cambio en la formación respecto a Difficult To Cure puesto que el teclista Don Airey había causado baja siendo sustituído por David Rosenthal.

En junio de 1982 se publicaba Straight Between The Eyes que presentaba ciertas similitudes con su antecesor a la vez qué apreciables diferencias, siendo una de las más notables la del diseño artístico de la portada. Lo que en Difficult To Cure era uno de esos trabajos extraordinarios de Hipgnosis, en esta ocasión era una ilustración bastante cutre de una cara siendo atravesada por el mástil de una guitarra justo entre los ojos. Algo más propio de algún grupo heavy de tercera categoría que de unos Rainbow. Más allá de aspectos visuales, si nos centramos en los artísticos, el álbum discurría por derroteros similares a su anterior trabajo aunque en esta ocasión la producción de Roger Glover no era tan limpia y en general el disco sonaba más rudo y menos pulido.

El inicio es de los que no se olvidan con dos temazos como Death Alley Driver y Stone Cold que confirman que estamos ante un LP simple y llanamente imprescindible. Un trallazo hard rockero el primero de ellos y una canción más melódica la segunda pero en ambos casos armadas con un sonido musculoso, rudo y potente. En esta ocasión Blackmore dejaba de lado los temas instrumentales y no había canciones pensadas para el lucimiento de ningún miembro en concreto. En todas ellas la banda se mostraba compacta sin que nadie, ni siquiera el virtuoso guitarrista, tratase de sobresalir por encima del resto. De ese modo, la banda a bloque brillaba en baladas como Tearin´Out My Heart o en ese final con tintes épicos que es Eyes Of Fire, a la vez que rockeaba duro en títulos rotundos y contundentes como Power, Rock Fever o Tite Squeeze.

Un álbum variado que logró afianzar a Joe Lynn Turner como frontman a la vez que permitía que los niveles de popularidad de Rainbow continuaran creciendo en Estados Unidos. Y de hecho, de entre la larga gira, el grupo eligió un concierto en San Antonio para el vídeo que publicarían a final de 1982 titulado Live Between The Eyes.

Death Alley Driver y So Cold se convirtieron en fijos del repertorio del grupo que tras la publicación de este disco se encontraba en un momento dulce. El núcleo duro de la formación era estable, la asociación Blackmore/Turner/Glover funcionaba tanto en lo personal como en lo artístico y el nivel de inspiración era altísimo. El gran momento que atravesaban se reflejaba en su ritmo de trabajo sin descanso. Las composiciones fluían casi sin esfuerzo aparente. Y poco tiempo después de terminar la gira de presentación de Straight Between The Eyes la banda ya estaba lista para entrar de nuevo en el estudio a grabar su siguiente obra. Nuevamente hubo un cambio en la formación debido al abandono del batería Bobby Rondinelli que fue sustituido por Chuck Burgi. Cambio que se dejó notar poco puesto que no representó una gran variación en el sonido de Rainbow.

Bent Out Of Shape

Al igual que un par de años atrás, el grupo se recluyó en unos estudios daneses entre los meses de mayo y junio de 1983 con Roger Glover encargándose nuevamente de las labores de producción. Pero en esta ocasión, se oteaban cambios en el horizonte. No había nada confirmado todavía pero los rumores acerca de una reunión del Mk.II de Deep Purple eran cada día más insistentes pese a que Blackmore no soltase prenda al respecto. En cualquier caso, aparentemente ajenos a los dimes y diretes del exterior, el grupo aprovechó bien el tiempo y en agosto de 1983 publicaban Bent Out Of Shape, su nuevo y muy jugoso álbum.

Lo primero que llamaba la atención del disco era el evidente cambio de estilo del diseño de la portada. Y al igual que en Difficult To Cure se volvía a recurrir a un enigmático montaje fotográfico (obra de Storm Thorgerson) cargado de poderío visual muy apartado del aire de serie B de su anterior álbum. En cuanto a la faceta musical, nada más comenzar a sonar el inicio de Stranded se hacía patente que pocos cambios había. La producción de Glover quizás era algo más suave que en el anterior trabajo (hay fans que creen que es un disco demasiado blando) pero en todo caso es un álbum lleno de grandes canciones y en mi opinión suena a hard rock por los cuatro costados.

Bent Out Of Shape consta de 10 temas, de los cuales dos son instrumentales, y veo difícil ponerle pega alguna a pepinazos rockeros como Drinking With The Devil, Make A Move o Fire Dance. Todas ellas grandes canciones que suenan muy potentes. Y qué podemos decir de Can´t Let You Go? Una maravilla, con una intro de teclados fabulosa a cargo de David Rosenthal y un claro precedente de lo que iba a ser el sonido de Perfect Strangers al año siguiente. No podemos olvidarnos de los instrumentales Snowman y Anybody There en las que la banda demuestra una gran versatilidad y en dónde Blackmore llega a emocionarnos (sobre todo en Anybody There) con su clase y finura, prescindiendo de exhibiciones y consiguiendo llevar el sonido de Rainbow a otro nivel.

El single Street Of Dreams impulsó las ventas logrando ser un gran éxito. Un tema quizás más azucarado que de costumbre pero que no dejaba de ser una gran canción que lo tenía todo (melodía, arreglos, estribillos). En ella, Joe Lynn Turner dió el máximo de sí mismo. Una composición que sin duda debió de gustar al huraño líder, puesto que posteriormente la volvió a grabar en el disco The Village Lanterne de su proyecto Blackmore´s Night en 2006. En una de las versiones cantaba su mujer Candice Night y en la otra (incluida como bonus track) las voces se las repartía con Turner. La canción trajo polémica en su momento debido a que la MTV comenzó a emitir el videoclip aunque luego dejó de hacerlo debido a una supuesta influencia hipnótica que ejercería sobre algunos espectadores (increíble pero cierto, esta fue la razón esgrimida).

Dejando de lado anécdotas y/o polémicas estamos hablando de un disco muy completo, equilibrado y sin altibajos. Pese a todo es quizás el más desconocido dentro de la carrera de la banda en parte debido a que Ritchie Blackmore y Roger Glover, en el momento de salir de gira, estaban más centrados en la reunión de Purple que en el futuro de Rainbow. Y aún así hay testimonios grabados de algunos de los últimos conciertos del grupo en Japón en los que se acredita que sonaban muy engrasados, compactos y contundentes. Una pena, en mi opinión, que la ruptura del Arcoiris fuese definitiva en lugar de transitoria.

The End

En 1984 se anunciaba un parón de la actividad de Rainbow. ¿El motivo? Ya era oficial el retorno del Mk II de Deep Purple. Turner afirmó posteriormente en varias entrevistas que Ritchie le había asegurado que la reunión con Ian Gillan y compañía sería temporal y en un par de años reformaría la banda. Pero no fue así. Incluso para cumplir obligaciones contractuales en 1986 se publicaba Final Vinyl doble LP con rarezas y tomas en directo que incluían bastantes temas con Joe Lynn Turner como vocalista en los que el grupo sonaba como un cañón.

Finalmente, cada cual se buscó la vida como pudo. El malencarado guitarrista tras 10 años de encuentros y desencuentros con sus compañeros abandonó finalmente al dinosaurio Purple en 1993. Al año siguiente reformó brevemente Rainbow (con miembros nuevos) a lo cual siguió una larga etapa de casi 20 años de pesadilla medieval, volviendo a empuñar una guitarra eléctrica de nuevo desde 2016. Glover cayó en la más absoluta autocomplacencia y será el bajista de Deep Purple hasta el fin de los días. Joe Lynn Turner mientras tanto, ha tenido una carrera muy desigual desde 1984 que incluye desde ser cantante a sueldo de Yngwie Malmsteen, hasta convertirse puntualmente en cantante de Deep Purple (en Slaves & Masters) pasando por discos en solitario o proyectos junto a Glenn Hughes. Realmente un superviviente. Del resto de músicos de aquellas formaciones poco más se supo. La mayoría simplemente fueron uniéndose a bandas de todo pelaje durante temporadas más o menos largas para ganarse los garbanzos. Ya lo afirmaba, y con razón, Bon Scott. It´s A long Way To The Top If You Wanna Rock´n´Roll!!!

Han pasado muchos años y para mucha gente los nombres de Rainbow o Ritchie Blackmore representan una especie de recuerdo perdido en el pasado. Pero sin embargo yo creo la trilogía formada por Difficult To Cure, Straight Between The Eyes y Bent Out Of Shape sigue sonando maravillosamente. Ágil, rockera, contundente y nada acartonada. Hard Rock sin edad ni fecha de caducidad y un claro ejemplo de que talento y comercialidad no son necesariamente excluyentes. Y ahora que Blackmore anuncia que aterrizará el año que viene con su Arcoiris en España es el momento más adecuado para echar la vista atrás y devolver a la actualidad himnos como Death Alley Driver, Spotlight Kid o Drinking With The Devil reivindicando así su permanente vigencia. Yo ya los estoy haciendo sonar. ¿Os apuntáis?