MONO: Nowhere Now Here (2019)
Sello: Temporary Residence Ltd./Pelagic Records
Producido por: Steve Albini.
Texto por Álvaro Antípodas.
Delicado Manjar.
Varios meses hemos aguardado para poder catar el nuevo disco de los japoneses MONO. El tótem nipón, culto de tantos por su mezcolanza milimétrica entre la vertiente del post-rock más evocadora y etérea con el ruidismo y explosiones catárticas de los tocados por la varita del género –Godspeed You! Black Emperor, Mogwai y pocos más a su altura- regresa con un nuevo álbum. Este Nowhere Now Here marca su décima referencia larga de estudio en 20 años, y el hype personal venía incrementado tanto por su enésima colaboración con el genio de la crudeza Steve Albini a los mandos como por un adelanto tan explosivo como After You Comes The Flood y sobre todo por una actuación en vivo que pude presenciar en Octubre dentro del AMFest presentando temas inéditos que auguraban victoria segura. Y con éstas premisas, unidas primero a la filtración anticipada del disco y posteriormente a la circulación oficial del streaming previas a su publicación física el 25/01, nos enfrentamos ante un disco que desde ya puedo valorar como su obra más completa desde hace 10 años. Desde aquel insuperable Hymn To The Inmortal Wind (2009) también grabado con Albini en sus estudios de Chicago los japoneses han intentado sin demasiado éxito replicar aquel nivel de magnificencia.
Que en 2019 tantos años después de la eclosión de la primera ola post-rockera y con tanto clon y fotocopia de la intensidad vacua instrumental circulando nos zarandee un disco con estructuras tan arquetípicas del género es toda una sorpresa incluso para un amante confeso de estas sonoridades. MONO en Nowhere Now Here se entregan por completa a desarrollar muchos recursos que ya les conocemos de lejos: esos redobles de batería cual ritmo marcial en pos del crescendo, los contrastes en pocos minutos entre los arpegios limpios de Taka Goto y el clímax distorsionado final, lo intrínsecamente cinemático de los arreglos orquestales e instrumentación, etc… Y les sale rotundamente bien. Sus anteriores discos publicados esta década pecaban de contener uno o máxime dos temas excepcionales y mucho de piloto automático para lo que es su techo compositivo, sin embargo ahora exprimen casi cada minuto del nuevo tracklist.
Desde los primeros ecos introductorios de God Bless con esa especie de vientos anunciando que estés alerta todo fluye imparable. Los cinco minutos y medio de la citada After You Comes The Flood son una auténtica barbaridad desbordante entrando en el olimpo de sus mejores temas ever. Todo en continua subida ascendente con el bajo de Tamaki muy frontal en una mezcla sublime y unos acoples distorsionados finales de las guitarras de Taka Goto y Yoda Suematsu que son puro rugido de los motores de un Boeing 747 en pleno despegue a máxima potencia. Los otros temas que vertebran fundamentalmente la obra son las más largos: Nowhere, Now Here, Sorrow y Meet Us Where The Night Ends. La primera, es con sus más de diez minutos el clásico tema de MONO en el que tocan la fibra desde el primer segundo hasta el último. Sorrow nace con ayuda de arreglos de cuerda ornamentales para luego desembocar en un tour de forcé en donde un loop de fondo electrónico/sintetizado es introducido como novedad, recurso que en manera similar también tiene su peso Meet Us Where The Night Ends que termina literalmente atropellando en otro desenlace fulminante.
Los temas que podríamos considerar puentes entre las piezas más imponentes tampoco desentonan salvo Breathe, una suerte de balada demasiado insulsa con voz por parte de la bajista Tamaki Kunishi. Quizás tras tanto y tan bueno, el broche final no llega con Vanishing, Vanishing Maybe, restando un puntito el impacto de lo acontecido durante los minutos anteriores. Sí, es 2019 y MONO con un disco que es puro sonido 100 % MONO y sin reinventarse en exceso acaban por conquistar nuestro paladar. Con el post-rock ocurre como con el sushi, extendido a día de hoy hasta el extremo que tu tía Conchi la del pueblo prepara uramakis y nigiris gracias a un tutorial que vio en YouTube pero que sin el toque del itamae, en este caso Taka Goto y por extensión MONO, no alcanza la cota de delicia de Dioses. Nowhere Now Here es un delicado manjar que no se come cada día.