“Antes de nuestro primer concierto Bon se tomó dos botellas de bourbon, se fumó un porro de marihuana, y para rematar esnifó un gramo de coca y medio de speed. Después dijo: “Ya estoy listo”. Salió al escenario y se puso a correr con las bragas de su mujer en la cabeza mientras le gritaba al público. ¡Decía que eso le hacía sentirse joven de nuevo!” (Angus Young).
LOS COMIENZOS DEL DRAGÓN TATUADO
Por Nacho García.
Después de despedir al cantante Dave Evans, los hermanos Angus y Malcolm Young se decidieron por el bueno de Bon Scott. Bastante más mayor que ellos, Scott ya era un veterano de los escenarios. Había hecho sus pinitos en el mundo del pop australiano formando parte de The Valentines. Con esta formación había conseguido cierta notoriedad en 1967 con algún éxito menor. En 1969 consiguieron triunfar con “My Old Man Is a Groovy Old Man”, una canción de pop rock que les reportó cierta fama. Un poco más tarde tuvieron el dudoso honor de ser el primer grupo de Australia arrestado por posesión de drogas y todo se fue al traste con dicho escándalo. Así que a principios de 1970 la banda se disolvió. Bon hizo el petate, se marchó a Sidney, se introdujo en los ambientes hippies de la ciudad y consiguió entrar a formar parte de Fraternity, un grupo más duro y progresivo que The Valentines. Con ellos grabó dos álbumes y giró por Europa.
La falta de éxito y un terrible accidente de moto le obligaron a dejar la banda y a estar alejado unos cuantos meses de los escenarios. Cuando se hubo recuperado se puso a buscar una banda que diese rienda suelta a sus instintos más salvajes y rockeros. Un buen amigo le habló de AC/DC y los hermanos Young y le presentó al manager de estos.
“Nunca antes había visto ni escuchado a la banda. Su manager me dijo: “Espera aquí, la banda va a salir en unos dos minutos”. Esperé intrigado y al rato veo que sale ese jovenzuelo vestido con uniforme escolar. Al principio me dio la risa floja, pero después aluciné con su energía y su buen rollo. Solo fallaba aquel puto cantante. Pensé.. ¡Esta es la mía! Y aproveché la ocasión para explicarles que yo era mejor que ese payaso que tenían como cantante. Me dieron la oportunidad y me quedé con su puesto.” (Bon Scott)
El entorno de la banda tuvo sus reservas con el nuevo fichaje. Dennis Laughlin, su manager de entonces, le dijo a Malcolm Young: “No podemos darle el puesto a ese tipo. A las chicas no les gusta, es viejo y lleva un diente de tiburón en la oreja”
Pero los hermanos Young no opinaban lo mismo. Llevaban mucho tiempo buscando la fórmula perfecta y con la incorporación de Bon Scott todo encajó a la perfección. El cuerpo tatuado de Bon y su voz juguetona y peculiar encajaban igual que un guante con la música de AC/DC. Además, Bon aportaba carisma con su punto callejero, su talento narrativo, y su sentido del humor. “Nunca di clases de canto, solo un montón de buen whisky y una larga lista de bandas de blues o mejor dicho… bandas de bebercio.” (Bon)
La nueva formación comenzó a dar que hablar y a dejar sin habla a todos los que acudían a sus conciertos. A comienzos de 1974 ya superaban a otras bandas de su época. Tocaban en cualquier sitio, de locales de striptease a antros de moteros. Era hora de dejar registrada su energía en un disco para la posteridad, cambiar de manager (Dennis Laughlin les pagaba en drogas y calderilla), reclutar a nuevos miembros e instalarse en Melbourne.
HIGH VOLTAGE, UN PASO EN FALSO
El álbum “High Voltage” fue lanzado el 17 de febrero de 1975 bajo el sello Albert únicamente en Australia. Tiempo después volvieron a utilizar el título para un álbum posterior que se convirtió en su primer lp de éxito internacional. Este trabajo se grabó en los estudios Albert de Sydney en noviembre de 1974 y George Young y Harry Vanda se encargaron de la producción. Bon solo llevaba dos meses en la banda, pero parecía que llevase toda la vida con los chicos. El resultado no fue malo, pero el disco no reflejaba el verdadero potencial de la banda en directo. Además, contenía canciones que no daban la talla y algunos temas parecían material de relleno.
Los mejores temas de este trabajo siempre fueron la versión del “Baby Please Don´t Go” de Muddy Waters y las canciones “Little Lover”, “She´s Got Balls” y “Show Business”.
Este disco les ayudó a girar por todo Australia y su discográfica les apoyó publicando los sencillos “Baby Please Don´t Go” y “High Voltage”. Ambos crearon bastante expectación.
Les hacía falta reclutar a una base rítmica competente para defender el disco en directo. Finalmente reclutaron a Phil Rudd y Mark Evans y la formación original quedó consolidada. Ambos componentes dieron solidez a la banda y fueron un trampolín perfecto para el incansable ritmo que Bon, Malcolm y Angus necesitaban. Las aventuras de su primera gira les inspiraron a escribir nuevas canciones y sin perder un minuto se metieron en el estudio a grabar su siguiente disco.
T.N.T, EL PRIMER BOMBAZO
Para la grabación de este álbum la banda volvió a utilizar el mismo estudio, equipo de producción y sello discográfico. TNT, esta vez lo bordaron, las aportaciones de Phil Rudd y Mark Evans marcaron una gran diferencia con el disco anterior. Esto, unido a su experiencia en la carretera, dio como resultado un álbum de puro rock, cojonudo, potente y preciso. El disco contenía gemas como “It´s a Long Way To The Top” y trallazos repletos de riffs como “Live Wire” , “T.N.T” , “Rocker” y “High Voltage”. Bon se descubrió como un letrista sencillo y directo que conectaba a la perfección con el público. El disco se publicó en septiembre de 1975 y rápidamente alcanzó las 100.000 copias vendidas. Algo estaba pasando con la banda, y para aprovecharlo su discográfica publicó el single “It’s A Long Way To The Top”. Por aquel entonces comenzaron a llenar los locales hasta la bandera y se consagraron como uno de los grupos más importantes de Australia. Pero algo comenzaba a torcerse en el seno del grupo, el comportamiento kamikaze de Bon comenzaba a molestar a los hermanos Young.
“Era capaz de cualquier cosa. Recuerdo que una vez en Melbourne alguien se apostó con él si sería capaz de tirarse a la piscina del hotel desde un cuarto piso. Subimos al cuarto piso y el cabronazo salto de espaldas con una copa en la mano. Nada más salir del agua preguntó: “¿Dónde esta mi dinero?”. Debo puntualizar que solo se habían apostado 10 dólares y que estábamos en pleno invierno, hacía un montón de locuras” (Angus)
Estas anécdotas eran sucesos de fuerza menor al lado de su creciente popularidad, así que los hermanos Young tuvieron que tragar. Algunas discográficas extranjeras comenzaron a interesarse por la banda y los chicos se decidieron por Atlantic Records.
DIRTY DEEDS DONE DIRT CHEAP, EN FASE ASCENDENTE
La creciente popularidad de AC/DC en Australia exigía un nuevo disco, así que en enero de 1976 la banda volvió a los Albert Studios con Vanda y Young. Casi sin ensayos ni tiempo para componer registraron “Dirty Deeds Done Dirt Cheap”. Este disco continuaba en una línea hard rockera. El tema que da título al álbum, “Rocker” y “Problem Child” son pura dinamita, pero el disco flojea en canciones como “Love At First Feel”, “Big Balls” y “Ride On”. La fecha de edición de este trabajo se retrasó hasta septiembre de 1976. Para compensarlo, la discográfica lanzó el single “Jailbreak” antes del verano.
La banda hizo las maletas y se marchó a Europa con su nuevo manager. Desembarcaron en el Londres punk de los años 70 y al principio las pasaron canutas para convencer a los jóvenes punks de que su antigua fórmula rockera valía para algo. Este nuevo movimiento despreciaba todo lo que tuviese relación con las sagradas raíces del rock, pero su actitud sobre el escenario convenció al más pintado y les salvó de la quema. Consiguieron arrasar en prestigiosas salas como la Red Cow de Hammersmith.
“Les vi actuar en el Red Cow y aluciné, fue uno de los mejores espectáculos que he visto nunca. No habían anunciado nada y cuando salieron al escenario habría unas diez personas en el bar. Medía hora después volvieron a escena para una segunda tanda y el local estaba abarrotado, todo el mundo había salido corriendo para avisar a sus amigos.”(Lemmy)
Atlantic aprovechó esta popularidad para lanzar en el Reino Unido una mezcla de los discos “High Voltage” y “T.N.T” que se hizo llamar “High Voltage”. Los críticos fueron muy receptivos y positivos con el disco y las publicaciones musicales importantes comenzaron a prestarles atención. Así que aprovecharon el tirón y se embarcaron en una gira de veinte fechas como cabezas de cartel que fue un exitazo. El mítico locutor de radio John Peel les nombró como su banda favorita del momento, todo un halago. El 27 de agosto debutaron en la televisión británica junto a Marc Bolan, un par de días después actuaron en el Festival de Reading, y poco después se publicó el “High Voltaje” versión británica en los Estados Unidos. Por si esto no fuera poco, en navidad de 1976 se editó “Dirty Deeds Done Dirt Cheap” en el Reino Unido.
“LET THERE BE ROCK”, A LA TERCERA VA LA VENCIDA
A principios del año 1977 los chicos volvieron a su estudio habitual y en febrero concluyeron “Let There Be Rock”. Su renovada confianza, hambre y ganas de romper con todo definitivamente se vieron reflejadas en este pedazo de disco. El álbum es una maravilla rockera de principio a fin. La combinación guitarrera de los hermanos Young suena mejor que nunca, la base rítmica es una apisonadora y la voz de Bon vacila, susurra y ruge mejor que nunca. Se trata de un disco sólido, repleto de riffs incandescentes y ritmos consistentes y muy afilados. La mayoría de las canciones de este disco se convirtieron en clásicos. “Whole Lotta Rosie”, “Dog Eat Dog”, “Problem Child”, “Bad Boy Boogie” y “Hell Ain´t A Bad Place To Be” son clásicos instantáneos que desde entonces suelen aparecer en su repertorio. Desde que comienza hasta que termina el disco no da respiro al oyente, una obra maestra de alto voltaje.
La salida del álbum se retrasó hasta finales de 1977 porque la banda tenía que cumplir 26 fechas en el Reino Unido y una gira europea junto a Black Sabbath. Malcom se lió a hostias con Geezer Butler y fueron despedidos de aquella gira. Poco después decidieron despedir a Mark Evans y entró a la banda Cliff Williams.
“Cuando lo pienso ahora, veo que después del problema que habíamos tenido con los americanos poniendo a parir “Dirty Deeds” y “Let There Be Rock” y que luego nos echasen de la gira de Black Sabbath…. Creo que me hicieron pagar el pato. Fue en plan: “Algo va mal, habrá que cambiar algo”. ¡Y ese algo íbamos a ser Bon y yo! Al final Bon se salvó por los pelos y yo me quedé fuera”. (Mark Evans)
Su manager Michael Browning les planificó una gira por Estados Unidos y se recorrieron toda la geografía actuando en locales pequeños y festivales. Se dice que por aquel entonces la magia y la ilusión del principio había desaparecido para convertirse en un negocio con fechas y compromisos a cumplir. Por lo visto, nadie era prescindible excepto los hermanos Young. Hay quien asegura que pensaban expulsar a Bon de la banda por sus escarceos con las drogas y el alcohol y alguna que otra diferencia con Angus.
“AC/DC empezó a despuntar en Inglaterra y Europa cuando yo estaba allí, y recuerdo que su manager Michael Browning me explicó que se enfrentaba a un dilema. La sección de Atlantic en Estados Unidos quería trabajar a tope con la banda, pero le habían dicho que tenía que encontrar otro cantante solista. Creían que la banda no iba a funcionar en Estados Unidos con Bon al frente” (miembro del equipo de AC/DC)
En junio se editó “Let There Be Rock” en Estados Unidos para apoyar en inminente tour, pero no fue bien recibido por la prensa del país. Billy Altman de Rolling Stone declaró:
“Interesará saber a quienes se interesan por el futuro del rock duro que, con la aparición del tercer disco de estos paladines australianos de la guarrería, el género ha llegado a sus más bajos niveles. Bon Scott escupe las letras con una agresividad irritante; supongo que es la única manera que tiene de hacerlo cuando solo te preocupa ser una estrella para poder acostarte con una chica diferente cada noche. La estupidez me incomoda, pero su estupidez deliberada e impostada me ofende”. Billy Altman
En octubre el disco se publicó en el Reino Unido para apoyar la gira inglesa. En tierras británicas eran estrellas absolutas y comenzaron a colgar el cartel de sold out en muchos lugares. El trabajo de varios años comenzaba a dar sus frutos. Como colofón a un año casi redondo la BBC emitió su concierto en la universidad de Essex.
“POWERAGE”, PEGANDO MUY FUERTE
La banda volvió a Sydney y entró por enésima vez en los Albert Studios con Vanda y Young. En marzo de 1978 completaron “Powerage” y las malas críticas no se hicieron esperar. Para muchos críticos el disco no representaba nada nuevo respecto a su anterior lanzamiento. Para un servidor es su segundo mejor disco. “Rock N´ Roll Damnation”, “Riff Raff”, “Sin City”, “What´s Next To The Moon” y “Up To My Neck In You” son unos trallazos hard rockeros de primera calidad marca de la casa. Pero supongo que muchos críticos puntillosos no comulgaron con temas como “Gime A Bullet” y “Gone Shootin”. El disco se publicó en Gran Bretaña el 28 de abril de 1978. Y pese a las malas críticas la banda salió a defender a muerte los temas sobre los escenarios y por fin consiguieron convencer a todo el mundo. Una gira de 20 fechas les llevó de nuevo por el Reino Unido y después se marcharon a hacer las américas teloneando a Rainbow, Alice Cooper, Aerosmith y Journey.
Después de unos cinco meses de gira y unos 80 shows la fama de AC/DC en los Estados Unidos había subido como la espuma. Solo en los Estados Unidos consiguieron vender 250.000 copias de “Powerage”. En Inglaterra consiguieron colarlo en el top 50, y gracias a esto aparecieron en el programa Top Of The Pops. A medida que para Bon todo en el entorno de AC/DC iba perdiendo su atractivo, este bebía cada vez más. Simplemente para soportar el día a día.
“No podía soportar ver como una persona tan increíble, tan sensata y maravillosa, de la que todo el mundo estaba enamorado, podía al mismo tiempo convertirse en un amasijo babeante por el que nadie sentía ningún respeto. No es que fuera siempre así, pero si decidía irse, se iba”. (Silver, novia de Bon)
“IF YOU WANT BLOOD”, EN PLENA FORMA
Ante la creciente expectación que estaba generando la banda en el mercado anglosajón, la discográfica decidió lanzar un disco de grandes éxitos en directo que se llamó “If You Want Blood”. El disco salió a la venta seis meses después de la publicación de “Powerage”. No se trataba de un simple grandes éxitos, es uno de los mejores álbumes en directo de la historia del Rock. Muchos de los conciertos de las últimas giras habían sido apoteósicos, así que los cortes que aparecieron en este directo rozan la perfección. Desde la apertura con “Riff Raff” a el acelerado final con “Rocker” la banda esta sublime, enérgica, insuperable.
En pocas palabras, “If You Want Blood” es un discazo ejecutado a la perfección por una banda en plena posesión de sus facultades. El disco les llevó a girar de nuevo por el Reino Unido durante 20 fechas, teniendo que repetir en más de un lugar. Por fin habían conquistado el mercado inglés y americano y el límite era el mismo cielo. Pero lo bueno de verdad, lo mejor, todavía estaba por llegar.
“HIGHWAY TO HELL”, LA CIMA
Después de cinco años en la brecha, AC/DC pasaron de ser estrella en Australia a ser reconocidos a nivel internacional. Atlantic decidió que para triunfar definitivamente todavía necesitaban grabar el mejor disco de sus carreras y les invitó a remplazar a Vanda y Young por el productor Eddie Kramer. Comenzaron a grabar en florida, pero las sesiones no fueron bien y decidieron reemplazar a Kramer por Robert John “Mutt” Lange.
La banda y el nuevo productor se entendieron a la perfección y después de seis meses en los estudios Round House de Londres salió a la luz “Highway To Hell”. La espera mereció la pena, pues “Highway To Hell” es, para muchos, el mejor disco de toda su carrera. Una obra maestra plagada de unos temazos de lujo. En este disco no sobra nada de nada, todos sus temas son joyas indiscutibles. Una combinación perfecta de ritmo, potencia y melodía que combinada con la ahora más cálida, clara y punzante voz del tío Bon consigue la perfección sonora.
“Highway To Hell” es el comienzo perfecto, un espectacular hard rock que invita a pasar toda la noche de fiesta hasta caer rendido. Si no has tenido suficiente con este temazo “Girls Got Rhythm”, “Touch Too Much”, “Walk All Over You” y “Beating Around The Bush” te transportan al mismo infierno con una sonrisa en la cara y una botella de bourbon en la mano izquierda. Cuando estalla “Shot Down In Flames” es el acabose, un temazo capaz de resucitar a los muertos. “If You Want Blood” nos hace mover el esqueleto por última vez antes del terrorífico final del disco. “Night Prowler” es el único tema lento del álbum. Un blues rock descomunal que habla de un asesino en serie que ataca por la noche. Esta canción inspiró las matanzas del asesino en serie Richard Ramirez. Bon canta mejor que nunca y utiliza unos registros inéditos hasta la fecha.
La portada y el nombre del disco ofendieron a los más conservadores, pero ya no había quien parase a la máquina… ¿O si? El 27 de julio de 1979 se publicó “Highway To Hell” en todo el mundo y la suerte comenzó a cambiar para la banda. Llegaron al número 8 en Inglaterra y al 10 en Estados Unidos. Superaron con creces las ventas de sus anteriores lanzamientos y comenzaron a sonar de manera constante en todas las FM´S. Tan solo necesitaban un manager de altos vuelos para llegar a lo más alto y consolidarse para siempre. Después de valorar a varios representantes se decidieron por Peter Mensch. Este les hizo llegar a lo más alto en Estados Unidos consiguiéndoles una gira como cabezas de cartel. Pasaron todo 1979 arrasando los Estados Unidos junto a Riot, Molly Hatchet y Sammy Hagar.
“Me dolió que me despidiesen, creo que hice un trabajo extraordinario con la banda. Lo que más me duele es que con el paso de los años los hermanos Young tienden a eliminar de su historia a todo el mundo, incluido a mí. Como si nunca hubiéramos existido”. (Michael Browning, antiguo manager)
Al final de aquella gira todo el mundo conocía el famoso logo de AC/DC. Después de una gira británica junto a Def Leppard grabaron en París el vídeo “Let There Be Rock”. Un poco más tarde volvieron a Inglaterra para pasar las navidades y para ofrecer dos conciertos en Newcastle y Southampton y en febrero de 1980 falleció Bon Scott. Pese a las dudas que todavía existen, parece que Bon salió a tomar unas copas con sus amigos al Music Machine de Camden. A las tres de la madrugada Bon abandonó dicho local en compañía de un misterioso individuo llamado Alistair Kinnear. Bon estaba bastante ebrio y se quedó a dormir la borrachera en el vehículo de ese tipo. En algún momento de la noche vomitó mientras dormía estando boca arriba y se ahogó con su propio vómito. Esa es la versión oficial de los hechos, pero se ha especulado de todo a lo largo de estos años. De la sobredosis de heroína al asesinato.
“Bon murió solo. Bajo el peso acumulado de más de quince años de conciertos. Su ya de por sí castigado sistema se vino abajo tras una concatenación de circunstancias. Estaba en tratamiento por lesiones hepáticas, no había comido nada y estaba extremadamente borracho. La temperatura del exterior de coche rozaba el punto de congelación. Creo que fue hipotermia, asfixia, insuficiencia hepática. Una combinación de todo”. (Perry Cooper, amigo de la banda)
Los titulares de algunos periódicos llegaron a publicar comentarios de muy mal gusto sobre el suceso: “ Estrella del rock muere víctima de sus propios excesos”. “Estrella de rock bebe hasta morir”. Pintaron a Bon como un borracho irrecuperable que buscaba su propia muerte. Algo injusto, pues durante la mayor parte de su vida luchó más que nadie para llegar a donde estaba. Si su muerte fue debida a aquella borrachera se trata de un desgraciado accidente. Según sus allegados llevaba años bebiendo bastante, pero únicamente como bálsamo para aguantar las maratonianas giras y a los hermanos Young. En más de una ocasión se ha acusado a Angus y a Malcom de personas insensibles; dictadores que sólo miraban por el dinero y la fama.
“En lugar de, no sé, darle un descanso… Nadie parecía preocuparse por el bienestar de Phil Rudd. Y esa era más o menos la actitud ante el problema de Bon con la bebida. A nadie parecía importarle que estuviese matándose, siempre que saliese al escenario a cantar”. (Silver, novia de Bon)
La muerte de Bon es uno de los sucesos más injustos del rock, no me cabe duda de que sin su aportación la banda no hubiese llegado tan alto. Era el corazón y el alma de AC/DC, es una verdadera lástima que muriese cuando acababan de conseguir triunfar por todo lo alto. Un tipo agradable y cercano, con un magnetismo único sobre el escenario, para mi gusto el frontman definitivo de rock de los años 70.
“Muchas veces Bon salía de fiesta con fans que venían a los camerinos después del concierto. Aceptaba a la gente tal y como era. No le importaba si tenían nombre o eran estrellas, si le agradaban se largaba con ellos y punto. Le llamaban Bon el enrollado”. (Angus Young)
“Bon fue uno de los últimos rockeros de verdad. Para él no era un negocio, era una adicción, algo que le salía instintivamente. Lo vivía. Tenía un sueño, porque estamos hablando de una época en la que el rock era un sueño, un sueño romántico”. (colega de Bon)
La banda no titubeó un segundo, la filosofía de Malcolm era «seguir siempre adelante», así que solo cinco meses después, el 25 de julio de 1980, ya tenían en la calle Back in Black, un nuevo y salvaje disco con un nuevo cantante llamado Brian Johnson, dedicado a Bon Scott, y bajo la producción de Robert Lange. Pero de eso nos ocuparemos otro día.
Bendito por siempre el tío Bon. Bon el enrollado.