Un Ozzy Osbourne recuperado y con ganas de volver a dar guerra habló recientemente con la edición internacional de Kerrang! acerca de la importancia del legado de Black Sabbath. El madman confesó que lamenta mucho el hecho de que Bill Ward, batería y miembro fundador de la banda, no participara finalmente en la gira de despedida que se cerró hace dos años en la ciudad natal de la banda, y en la que sí estuvieron el guitarrista Tony Iommi y el bajista Geezer Butler:

No me gustó el hecho de que Bill Ward no estuviera allí, para comenzar. La gente me lo reclamó, pero no fue mi culpa, honestamente. No tuvimos el maldito tiempo para conseguirlo, tuvimos que hacerlo así, pero lamento que no haya funcionado con Bill.

Ozzy volvió a elogiar el trabajo de Tommy Clufetos en la batería durante esa gira. Sin embargo, reconoce que para él era crucial que estuviesen todos los integrantes originales sobre el escenario para cerrar la historia:

Los cuatro empezamos esto, y deberíamos haber sido los cuatro terminándolo. Esos conciertos finales en Birmingham fueron agridulces porque piensas en lo lejos que llegamos y lo mucho que logramos, y hubiera sido bueno compartir eso los cuatro juntos. Tal vez algún día haya un último concierto, no lo sé.

El músico dejó así la puerta abierta para otro reencuentro. Algo que no descuadraría del todo con la idea de Tony Iommi, que sí ve cerrada la etapa de giras, pero no la posibilidad de hacer algún concierto puntual.

Ozzy volvió a referirse a su intención de grabar un nuevo disco en solitario. Al preguntarle si los fans pueden esperar nueva música de él en 2020, el cantante respondió:

Me gustaría hacer un álbum, pero la verdad es que la gente ya no compra discos. Me gustaría hacer uno solo, por el gusto de hacerlo, y me imagino que Zakk [Wylde] estaría conmigo en eso, es la idea, porque es una fuerza de la naturaleza y un gran guitarrista, así que ya veremos.

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