A primeros de mayo Amon Amarth publicaron su último disco, “Berserker”, que contenía doce nuevos himnos, como “Fafner’s Gold”o “Crack The Sky”, que echan más leña al fuego vikingo de sus repertorios. Los suecos regresan este noviembre a nuestro país, Barcelona y Madrid, para destrozar cuellos y volver a levantar un mar de puños. Antes de su invasión junto a Arch Enemy e Hypocrisy, pudimos reunirnos con su bajista Ted Lundström, todo un «die hard fan» del heavy metal, minutos antes de que se subieran al escenario.
Parece que “Berserker” ha sido todo un regalo para los fans, ¿no es así?
Por suerte podemos decir que sí. Ha tenido una respuesta fantástica en nuestro público. La críticas de prensa fueron muy buenas cuando salió, los fans lo han disfrutado mucho y cuando tocamos algunos de sus temas en directo puedes ver lo bien que son recibidos. Los nuevos temas funcionan en directo muy bien. Puedo decir que ha sido todo un éxito.
Tengo entendido que en este disco cambiasteis el método de composición.
Sí. Cuando lo escribimos y cuando hicimos la preproducción lo hicimos los miembros de la banda por separado. No usamos una sala de ensayo para hacer este disco, prescindimos del local, se cerró porque siempre estamos de gira, y era una tontería porque podíamos hacerlo trabajando individualmente en casa. Nos mandábamos las piezas en las que estábamos trabajando cada uno y fuimos completando todo. Tenemos establecido el mismo «estudio casero», el mismo programa, así trabajamos con cada instrumento por separado, y fué relativamente fácil armarlo. Me mandaban un riff, le añadía el bajo, etc… es guay y creo que es una manera cómoda de trabajar. Luego es cierto que hubo tres o cuatro temas en los que sí que lo hicimos a la vieja escuela, en conjunto, probando cosas todos juntos, así que fue una mezcla de ambas maneras de trabajar. Me gusta cómo lo hicimos, puedes practicar más en casa, y aprovechar el poco tiempo de estar con los tuyos después de tanto tiempo en la carretera.
La música de Amon Amarth ha logrado abarcar el death metal con las melodías típicas heavy metal clásico, ¿cómo os afecta el tener que equilibrar vuestro estilo para un amplio abanico de fans?
Solo tocamos lo que nos gusta. Somos muy fans del heavy metal, suena a típico pero es así, crecimos con Judas Priest, WASP… cuando te haces viejo algo te hace volver a tus raíces, a lo que eres en realidad, recrear la música que te atrajo a la música. Tenemos elementos del death metal, somos una banda death, pero las melodías y el material clásico que aparece en nuestra música proviene simplemente de nuestras preferencias, nuestros gustos, la música que siempre nos gustó escuchar, no tratamos de llegar a un público más amplio, es algo que sucede pero cuando escribimos solo pensamos en tocar lo que nos gusta.
Amon Amarth es una banda muy grande, de primera línea, ¿en qué momento crees que disteis el salto del circuito underground?
Es complicado saberlo. Hemos estado subiendo escalones continuamente. Creo que en 2007 o 2008 sí dimos un salto, no sé muy bien la razón, supongo que encadenamos dos grandes álbumes. Mirándolo fríamente supongo que fue ese punto, fue cuando dejamos nuestros trabajos para enfocarnos solo en la banda.
¿Podías imaginar que una banda death metal podría llegar tan lejos?
Ni remotamente, nadie de nosotros. Cuando tocábamos en clubes pequeños no podias pensar que haciendo esta música podrías tocar a audiencias de decenas de miles de personas. A veces tocabas para quince personas, y a veces tocabas para cuatro. Lo hacías por diversión, pero creíamos en lo que hacíamos. Es increíble donde hemos llegado, pero lo más bonito es ir escalón tras escalón, siempre pensar que has llegado a tu techo para darte cuenta más adelante que todavía se puede seguir escalando un poco más alto. Es fantástico.
Seguir tan fervientemente la mitología vikinga es un signo de vuestra identidad, ayuda pero imagino que también os limita
Es algo que ayuda tío. Hay muchas bandas, se necesita quizá esa singularidad. Necesitas encontrar tu nicho. En nuestro caso lo hicimos porque crecimos con bandas así, como Iron Maiden o Kiss, que tienen su propia temática, sus escenarios… y era algo un sueño para nosotros poder desarrollar algo así. No simplemente para hacernos más grandes, sino para sentirnos dentro de ese mundo que queríamos transmitir. Es algo que claro que te eleva del resto, te destaca. Supongo que también nos ayudó tener algo en lo que dirigir el foco. En casa te pones el CD y poco puedes hacer, así que lo musical es lo principal. Pero cuando ese fan va a verte en directo quiere ver algo diferente, ya empiezas a usar la vista y no solo el oído, así que siempre tratamos de ofrecer algo visualmente atractivo, y enfocado a lo que somos.
¿Pero no os limita demasiado? ¿No temes que algún día te puedas cansar de hacer el vikingo?
No, y no creo que nos pase. Y si sucede… (piensa). Amon Amarth es esto. No podríamos hacer otra cosa en Amon Amarth. No me gustaría ver a Iron Maiden hacer algo diferente de lo que son Iron Maiden. Si me cansase pues haría otra cosa, con otro nombre, no en Amon Amarth. Nosotros somos vikingos, no podemos ser otra cosa. Hacemos lo que hacemos porque nos apetece, no por obtener más éxito. Hacemos lo que creemos correcto para nosotros. Somos totalmente sinceros en lo que hacemos. Es cierto que nos movemos en zona segura, pero es que es lo que queremos hacer, no tenemos interés en otra cosa, no habría por qué hacerlo.
¿Cómo surgió la tradición del «boat rowing» entre los fans de remar sentados entre el público?
(risas) Ni idea tío. La primera vez que lo vi fue en youtube, alguien puso un video de un festival en Inglaterra, quizá con diez o quince personas remando sentados a la vez que hacían headbanging, si lo piensas es que es flipante. A la gente le gustó y se fue propagando por sí solo, creo que fue hace un par de años que cada vez pasaba más y más, hasta que hemos llegado a tener cientos de personas haciéndolo. De repente ves que una parte del público desaparece, se sienta… ¿qué está pasando? (risas). Es super guay obtener algo así de especial para nosotros de nuestros fans.
Ahora hasta llevais a un tatuador para que los fans se tatuen vuestros logos, ¿Cual es el fan más loco que has conocido?
Joder tío (risas). Muchos muy muy locos. No se me ocurre uno loquísimo en especial, pero sí muchos muchos muy muy locos. Muchos nos dan regalos de lo más chalado. Somos una banda de un tamaño que nos permite tener ese tipo de fans de corazón, a muerte contigo. Te regalan cuadros, esculturas y todo tipo de cosas, muy valiosas, raras o trabajadas, y les decimos que no podemos aceptarlas, pero insisten en que son para nosotros. Es muy loco pero mola mucho, no podemos estar más orgullosos de nuestros fans.
¿Crees en el Valhalla?
No. Para mí podría encajar de una manera filosófica. Pero no puedo creer en ello como un sitio real al que nos terminamos marchando. Le encuentro sentido a mi manera, pero no de un modo literal.
¿Cuando te diste cuenta de que lo tuyo era la música?
En la escuela, recuerdo cuando éramos un par de chavales que se querían divertir. Teníamos un rato y nos ibamos a esa pequeña habitación a escuchar música, antes incluso de tener instrumentos. Hacíamos air guitar escuchando Van Halen, hacíamos el loco escuchando Jump. Luego llegó esa especie de boom del death metal en Estocolmo, que vivimos intensamente a primeros de los 90. Había muchos pequeños conciertos, y conocías a mucha gente que tenía su propia banda. Sentía que quería ser parte de eso, ser miembro de esa comunidad. Era vivir para un sueño, querías vivir en eso y para eso. Siempre quise ser músico, pero fue con 16 cuando realmente me colgué un instrumento. 1988-89 fue el arranque como banda, aunque nos llamábamos Scum, fue en 1992 cuando decidimos, tras cambios de formación, que seríamos Amon Amarth, con unas letras más enfocadas al mundo vikingo y una manera de hacer las cosas más concretas.
¿Cuales son tus bajistas preferidos?
Hay dos bajistas diría. Gene Simmons y Steve Harris. Kiss fue la primera banda que vi en televisión y me marcó. Tendría siete u ocho años. Me impactó el personaje, tan guay que era inevitable no flipar con él. Supongo que un par de años más tarde fue cuando descubrí a Iron Maiden, y creo que desde entonces es mi banda favorita. Steve Harris tiene un estilo único, y es seguro mi mayor inspiración.
¿Por qué crees que salen tantísimas bandas de Suecia?
Muchas respuestas para una misma pregunta. Diría que al ser un país frío durante buena parte del año necesitas pasar mucho tiempo sin salir al exterior, quizá eso influya en que practiques mucho. En suecia hay muchos clubes pequeños donde puedes cambiar y pedir instrumentos, hay una especie de cultura de tener tu propia banda. Es barato conseguir una sala para ensayar.
Tenéis muchos oyentes mensuales, millones ¿Ha llegado el momento en el que la música digital es más rentable que la venta física?
No te sabría decir a día de hoy. De manera física es más inmediato, vendes un disco y recibes todo el dinero. Sin embargo digitalmente la gente continúa escuchando el disco durante años y ese beneficio te va llegando a lo largo del tiempo, puedes estar recibiendo poco pero sigues amortizando discos que hiciste hace 15 años. Es difícil de hacer balance entre ambas maneras, pero sí que podríamos decir que la música digital está creciendo cada vez mas.
¿Cual es tu festival preferido?
Wacken. Hay muchos festivales pero Wacken es realmente un festival underground. No en tamaño, porque es gigante, pero sí porque es muy familiar y no ha perdido sus raíces underground.