Gretel – Proteo (2019)
Sello: Autoeditado / Discos Macarras
En estos tiempos de abundancia digital, autoedición y saturación informativa es prácticamente imposible estar al tanto de todas las novedades en materia discográfica por mucho empeño que se ponga en ello. Puede que no se vendan discos pero continúan publicándose en cantidades ingentes, siendo fácil que alguna joya quede oculta entre el aluvión de novedades. Este es precisamente el caso del álbum del que hoy hablaremos.
Hace unos días Rafa Diablo me daba un toque para recomendarme una banda que en aquel momento me resultaba totalmente desconocida y cuyo nombre era Gretel. Recalcaba que el vocalista era (cito palabras textuales) “de la vieja escuela; viejísima”, apuntando que posiblemente me gustaría su trabajo de debut, titulado Proteo. Indagando acerca del grupo, descubro que es un quinteto andaluz compuesto de voz, bajista, batería y dos guitarristas. Asimismo compruebo que han publicado su primer disco en formato CD con el sello Discos Macarras, “vistiéndolo” con una portada muy acorde al contenido. Teniendo en cuenta la recomendación, me dispuse a escucharlo con interés y puedo decir que superó las expectativas inicialmente generadas.
Desde el primer riff del tema Metamorfosis, el grupo pone las cartas sobre la mesa de un modo claro, contundente y sin trucos de ninguna clase. Canciones lentas, sonido doom aplastante y el espíritu Sabbath sobrevolando a lo largo y ancho de todo el álbum. Desde el momento en que el vocalista Manuel Albalat comienza a rugir queda claro que es un portentoso cantante de la vieja escuela, en efecto. Pero Gretel no se limita a ser una banda al servicio de una prodigiosa voz sino que todo el grupo alcanza un gran nivel y eso hace que sobresalgan por encima de la media.
El mencionado Metamorfosis funciona fenomenalmente a modo de sampler de lo que Gretel pueden ofrecer. Canción larga, con algún que otro cambio, aparición de un muy oportuno Hammond, sonido heavy doom, guitarras llenas de fuzz y una monolítica sección rítmica. Por parecida senda discurren cortes como Hambre, con ese acelerón final, La Gomia o el cierre con Amanecer, otro tema 100% Black Sabbath, largo y correoso, con ese teclado perfectamente encajado aportando empaque y un tono de cierta oscuridad. Para mayor contraste viene precedida de Ocaso, una especie de bucólico interludio de poco más de un minuto previo a la tormenta de decibelios que vendrá a continuación. Azul en tus entrañas, precedida por una suave a la par que tétrica intro, se mueve entre dos aguas alternando machacones riffs con momentos más orientados al hard rock, estilo éste que predomina en ese cañonazo titulado Laberinto, en el cual Gretel se mueve en terrenos lindantes entre el hard rock y el metal, siendo el tema más corto y directo sin perder por ello pegada o contundencia.
Ocho canciones y cuarenta minutos en total dan forma a un LP lleno de brillantez, calidad y muy buena música. Tratándose de un debut hay margen de mejora pero está claro que estamos ante un grupo con mucho potencial, que aman lo que hacen y logran sonar compactos sin protagonismos innecesarios ni adornos superfluos. Cuando se habla de Proteo nos vienen a la cabeza nombres como Black Sabbath o Pentagram, algo totalmente lógico, pero sería injusto reducir a Gretel a la condición de grupo que recrea influencias del pasado. Es cierto que su álbum suena añejo, pero la banda tiene personalidad propia y no es en ningún caso copia de nadie. Puede que no sean demasiado originales en sus planteamientos pero tampoco lo pretenden ni dan gato por liebre. Hacen lo que les sale de dentro y lo hacen muy bien. Anotad el nombre de Gretel. Si hay un mínimo de justicia darán mucho de qué hablar.