Iron Maiden.
The X Factor (1995).
Fecha de publicación: 2 de octubre de 1995.
Productores: Steve Harris y Nigel Green.
Sello: Emi Music.


Recordemos de qué se trata esta sección ¿Qué es un disco bastardo? Hace tiempo que venimos catalogando como bastardos a los álbumes que supusieron un borrón de tinta, un patinazo, un tropezón, etc… en la carrera de cualquier banda. Trabajos que forman parte de la discografía oficial de sus creadores, legítimos por tanto, pero ilegítimos para casi todos sus fans. Creaciones repudiadas por todo el mundo, público, prensa… y que hasta sus autores tratan de olvidar. Álbumes que son todo lo contrario a lo que se espera, ovejas negras, experimentos fallidos, concesiones gratuitas a la comercialidad, trabajos con miembros emblemáticos ausentes, y en definitiva un trago amargo que, cómo no, a nosotros también nos encanta paladear y que, a veces, son incluso nuestros discos favoritos. (Otros de nuestros Benditos Bastardos aquí.)

Iron Maiden – The X Factor (1995)
Texto por John Custer.


El último gran disco de Iron Maiden, el vilipendiado pero genial The X- Factor. El primer disco (de sólo dos) con el simpático Blaze Bailey. ¡Ay Blaze! Cuántos palos le cayeron al pobre, y simplemente por un motivo: no era el puñetero Bruce Dickinson. No era tampoco piloto de avión, ni pintor, ni hacía tantas cucamonas en el escenario… En definitiva, Blaze no era un hombre del renacimiento, sino un simple gañan como la mayoría de los fans. Cambiar de vocalista siempre es complicado para cualquier formación, y en el caso de La Doncella parecía una tarea titánica, a pesar de que Bruce no estuvo desde el primer día.

Blaze aportó una voz grave, o más grave… que encajaba como un guante con la oscuridad de las canciones que ideó Steve Harris a mitad de los 90. Se ha hablado mucho de que en qué demonios pensaba Harris cuando eligió al antiguo vocalista de Wolfsbane, pero poca gente dice que, tras la espantada de Bruce Bruce, la de Blaze era la voz que estas canciones necesitaban. Y qué canciones, auténticos himnos coreables como Man on The Edge o Lord Of The Flies, alternándose con pasajes más oscuros como la inicial The Sign Of The Cross o Fortunes of War. Canciones que tendrían su continuidad en el siguiente y todavía más criticado, Virtual XI (1998). Me pregunto… ¿Qué disco posterior, ya con el todopoderoso Bruce de vuelta, tiene una canción tan épica como The Clansman? ¿ Qué «oh-oh-ohs» trajo Bruce más memorables que los de Look for the Truth?

Además, The X Factor es el primer álbum «moderno» de la banda, y realmente largo. Con él abrieron una puerta que ya nunca más se cerró, por lo que sentó cátedra en todos sus trabajos futuros. El álbum se basa principalmente en canciones largas y complejas, algunos dicen progresivas, pero no diría tanto, con muchos momentos acústicos (ocho de las once canciones comienzan con introducciones acústicas). El resultado de esta fórmula es un álbum muy denso, que complace a los fans menos inquietos pero que exaspera a los más ansiosos. De todos sus discos «modernos», solo The X Factor se acerca a la perfección. Una de las razones es Blaze, que se desempeña mucho mejor que Dickinson como vocalista en canciones oscuras y largas. La atmósfera deprimente del álbum es mucho más consistente que la del fallido  «A Matter of Life and Death» (no sólo fallido por su portada de pura autoparodia involuntaria), ya que las sutilezas vocales de Blaze son mcuho más profundas, y menos estúpidas alegres que las de Bruce en su álbum homólogo.

Pero vamos a simplificar las cosas, olvidémonos de lo que cada fan pueda esperar de un disco de Iron Maiden, The X Factor es un discazo indiscutible. Un aplauso desde aquí a un grupo que supo arriesgar e innovar en una época muy difícil para el heavy metal ortodoxo. Un aplauso a un disco formidable, antes de que volvieran a los aburridos discos que han hecho después para el agrado del fan clásico. Blaze, siempre en nuestros corazones.


Pd: Escucha de nuevo el tema Blood on the World’s Hands y trata de encontrar a los Faith No More del Angel Dust…  no te será difícil 😉


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