Estamos a las puertas de una atractiva gira de Totengott junto con los ilustres veteranos Master, a realizar en diversas ciudades de España. Es el momento óptimo para profundizar en los entresijos de la banda asturiana. A través de una conversación con J.E. Saavedra “Chou”, quien se encarga de la guitarra, la voz, los efectos, los arreglos orquestales y los sintetizadores, intentamos descifrar los secretos que rodean a este trío, iluminando los aspectos más cautivadores de Totengott, así como sus prometedores planes futuros.
Fotos: Jaime García.
Tottengott se originó después de un tiempo en el que erais banda tributo a Celtic Frost, por lo que se pueden entender las intenciones en vuestro primer disco con aquella inercia adquirida. ¿Pensabais entonces que la banda tendría continuidad hasta hoy?
La banda se originó con músicos que querían hacer algo nuevo y empezamos por tocar temas de Celtic Frost. Somos la misma banda con el mismo nombre desde un inicio. Metallica cuando empezaron tocaban canciones de otra gente, como la mayoría de bandas, hasta que empezaron a tocar sus canciones. Nosotros nos centramos en Celtic Frost porque al principio no teníamos más pretensiones que esa, hasta que vimos que había química entre nosotros y empezamos a componer canciones o temas propios. Ahí la cosa cambió. Pero ya éramos Totengott cuando simplemente hacíamos Celtic Frost. El repertorio de la banda empezó a evolucionar hacia nuestro propio material de manera progresiva. Sí hubo un último concierto anunciado con repertorio solamente de Celtic Frost, pero cuando empezamos con nuestro material se mezclaron ambos repertorios evolucionando hasta hoy. Desde hace bastante tiempo tenemos material suficiente para no tener que echar mano del repertorio inicial de covers. Tenemos dos discos editados y estamos en vías de un tercero. En ningún momento nos planteamos si íbamos o vamos a tener continuidad o no tenerla, simplemente tiramos de frente tanto ahora como en el pasado. Si alguna vez volvemos a tocar algún tema de Celtic Frost, lo haremos pensando en que fue el inicio de la banda y de manera entrañable y anecdótica. También hemos tocado temas de otras bandas, en muy rara ocasión, por ejemplo el Warhead de Venom.
¿Qué tiempo dedicáis a la banda en vuestro día a día? ¿vivís cerca unos de otros? ¿Ensayáis mucho?
Cada uno en la banda le dedica el tiempo que buenamente puede, unos más que otros dependiendo de las circunstancias personales. En mi caso, suelo dedicarle prácticamente todo el tiempo libre que tengo. Llevo más la parte musical y las letras, pero una banda como nosotros no es solamente “componer canciones”, hay mucho trabajo detrás de distinto calibre. Hay una logística, unas letras, unas ideas visuales, etc. Ensayamos normalmente una vez a la semana, a veces más, a veces menos. No podemos dedicar más tiempo a los ensayos ya que cada uno vive en un sitio distinto al del otro y últimamente ensayamos en un local que no está ni siquiera en el mismo sitio en el que vivimos ninguno de nosotros. Pero funcionamos de muchas maneras, hacemos muchas demos, ya sean para componer o de pre-producción para un álbum. No somos una banda que vaya al local a ver qué pasa, siempre llevamos alguna idea de antemano ya relativamente estudiada. Luego le damos forma en los ensayos, pero muy rara vez sacamos algo improvisando en el local. Tampoco somos una banda que se base en sacar mil riffs y pegarlos con cola. Hay canciones que se basan en una idea que engloba toda la canción, no solamente el riff. Incluso hay partes de canciones que se han compuesto empezando por la programación de las partes orquestales. No tenemos una regla fija, pero normalmente se suele empezar por construir una demo casera en base a una idea de canción que luego se lleva al local y se le da forma. A veces cuesta menos, otras veces puede llevar mucho tiempo.
Eso que dices de las partes orquestales es muy interesante. En vuestro segundo trabajo… en el que todo se hizo más grande, poderoso… se incrementó mucho el uso de teclados y ese tipo de arreglos. Es algo que me interesa mucho, cuando una banda sabe usarlos es un punto a favor enorme. Cuéntame cómo crecisteis en ese aspecto, y si es algo que seguirá creciendo en el futuro.
Totengott, desde un inicio, no nos ponemos muchos límites en los sonidos que queremos usar y los sentimientos que queremos generar con ello. Nuestra única “norma” por decirlo así, es que nuestra música tenga un toque oscuro, para ello podemos hacer temas más directos y otros más cargados con distintas instrumentaciones. Usamos teclados porque no podemos permitirnos usar una orquestación real, ni mucho menos girar con ello. No todo es teclados, también usamos sonidos procesados que nosotros mismos grabamos, como por ejemplo los sonidos de “colchones” de platos o emulamos timpanis procesando el propio sonido de la batería. Para el disco nuevo hemos abierto más aún el abanico, incluso hemos usado chapas de metal para grabar partes de percusión. También procesamos guitarras y bajos para crear distintos efectos. No es algo que hagamos de manera progresiva, no estamos evolucionando de un sitio a otro, evolucionamos el sonido del grupo y desde un inicio incluye todo esto y más cosas, como voces a coro, usando la propia voz como instrumento sin tener que cantar necesariamente una letra. Depende del enfoque que le queramos dar a la canción. También se debe a que somos unos tipos, artísticamente hablando, muy ambiciosos. Cuando grabamos y mezclamos nosotros mismos The Abyss, vimos que había partes del disco en las que hemos usado 107 pistas. Si nos pide meter una orquestación, la metemos, si nos pide meter efectos, los metemos y si no nos lo pide, no lo hacemos. De ahí también que a veces salgan temas bastante largos, lo cual a veces es problemático a la hora de montar un setlist para un concierto o gira en concreto. Otras veces con 5 ó 6 minutos de canción a todo trapo es suficiente. Artísticamente hablando, no nos ponemos límites al uso de instrumentación o sonidos, lo hacemos según nos lo va pidiendo nuestra música y ha sido así desde el principio. Tenemos influencias muy diversas. Nuestro sonido se basa en el metal, pero nos consideramos también una banda experimental. Hay gente que ha criticado nuestros discos como un sinsentido de estilos e influencias. Creo que el que piense eso no ha entendido nuestra música. No somos una banda que sigue las reglas del doom, death, thrash, black… mezclamos todo eso, pero tenemos influencias que van desde el hardcore punk al rock progresivo, del death rock gótico, industrial hasta la música clásica… más que simples influencias diría yo.
Desde luego. De todas formas, imagino que todo empieza por la guitarra, al menos en tu caso ¿Desde cuándo tocas la guitarra?
Empecé a tocar la guitarra a los 12 años, en 1988. Ya entonces tenía claro que lo que me gustaba era componer canciones más que ser un súper guitarrista. Mi evolución técnica ha variado mucho a lo largo del tiempo ya que he tocado en muchas otras bandas de distintos estilos y temáticas.
¿Cuánto tiempo le dedicas?
He tenido etapas de práctica y ejercicios entre 4 y 8 horas al día y etapas largas en las que no practico nada más que en los ensayos de la banda. El tiempo no da para tanto actualmente y en ocasiones hay semanas en las que como mínimo una hora al día de lunes a jueves para práctica y ejercicios, el viernes ensayo con la banda y luego unas 8 ó 10 horas el fin de semana tocando canciones de otras bandas a modo de práctica. Otras veces no hay tiempo para eso pues o bien estoy con canciones e ideas en mente, grabando demos o investigando. Somos una banda que compone mucho material y selecciona lo que se va a desarrollar en los ensayos. Es un proceso constante. En nuestro nuevo disco van a haber cosas que se remontan a la etapa entre nuestro primer y segundo disco. Otras se hicieron prácticamente antes de empezar las demos de pre-producción y otras vienen de la etapa de la pandemia, entre 2020 y 2022. Nuestro segundo disco, The Abyss, ya lo teníamos prácticamente todo elaborado, al menos al 85% cuando salió el primero, dos años antes. Ya tenemos ideas para un cuarto disco y algunas siguen siendo de esa época. Les vamos dando forma con el paso del tiempo. No sabríamos decir, pero desde 2015 que fue cuando empezamos a idear nuestro propio material, tenemos en versión demo casera sobre 58 canciones, de las cuales hemos terminado unas 14 entre nuestros dos primeros discos y el nuevo que está por salir. Trabajamos mucho a la hora de crear, lo cual tampoco deja tiempo para una metodología de práctica y ejercicio de manera constante.
Pregunta para frikis… el sonido que sacas es puro metal fundido. ¿Te importa decir qué equipo usáis? guitarra, amplis, pedales…
El equipo de guitarra es básicamente un Marshall Valvestate 8100, el mismo modelo que usaba Chuck Schuldiner. Un amplificador de transistores con una válvula 12AX7 que le da un toque a sonido Marshall más clásico. Solo se usa el canal overdrive en la posición OD2, incluso para los sonidos con menos distorsión, que se logran bajando el volumen en la propia guitarra. Pantalla Marshall lead 1960 de la época de los JCM900, creemos que monta Celestion V30. También a veces usamos un combo Marshall Valvestate 8080, que es básicamente igual que el 8100 pero en combo con un solo altavoz G12T 75, que tiene otro timbre. Luego para darle más ganancia, un Tube Screamer mini de Ibanez, o también un pedal TM5 de la serie Soundtank que fabricó Ibanez en los 90s y no volvió a reeditar, se estropeaban mucho. Según qué canción también un Digitech Drop para bajar una octava a la guitarra en directo. En estudio da mejor resultado procesar la pista bajándola una octava. Estos pedales se usan preamplificador y por tanto pre-distorsión. Después, en el loop de efectos (post distorsión) van dos pedales delay de marca Behringer, uno el Vintage Delay VD400 y el otro el Digital Delay DD400. El VD400 suele usarse para los solos y algún efecto más ruidoso. El DD400 se usa para un delay de más feedback en un par de canciones. Antes de los delays va un pedal de volumen Ibanez VL10. Es muy útil porque corta el volumen en el loop, lo que corta totalmente el sonido de la guitarra. Junto con el DD400, al subir y bajar el volumen hace un efecto muy atmosférico que usamos en algún tema. En el estudio usamos distintos plugins de reverb y delay según sea el caso. Y, finalmente, al inicio de la cadena del loop se usa el Equalizer GE-7 de Boss para realzar un poco las frecuencias más graves. En cuanto a guitarra, uso de distintas marcas en función de si es para el disco o para el directo, afinadas en B estándar y otras en drop E(0). Todas llevan cuerdas D’Addario Pro-Steels o NYXL, normalmente calibres 0.13-0.56 para B estándar y 0.24-0.80 para drop E. En los discos uso una guitarra ESP LTD VIPER barítono VB-400 modificada con pastillas pasivas Seymour Duncan. No me gustan nada las pastillas activas tipo EMG o similar. También he usado una Hamer de la serie Slammer fabricada en USA en los 90s con pastillas Seymour Duncan (el primer disco, fue grabado íntegramente con esa guitarra), una ESP LTD FM-100 también con Seymour Duncan y para afinación drop E, tanto en directo como en estudio uso una ESP LTD M-50 con las pastillas de fábrica. En Abyss utilicé también una Ibanez RG para algunas guitarras limpias afinada en D estándar. En directo uso varias guitarras distintas de distintas marcas, Epiphone Explorer, Hamer Slammer, ESP LTD e incluso Harley Benton y Cort. El 95% las guitarras suenan siempre con el pote del volumen al máximo, el del tono al mínimo y en la pastilla del puente, salvo en las guitarras más limpias y cuando se usa el pedal Digitech Drop con una octava por debajo que se pone al máximo el pote del tono. Considero muy importante el uso de distintas púas combinado con la propia ganancia del amplificador. No es lo mismo tocar con una púa fina pegando fuerte a la guitarra y menos ganancia, que mucha ganancia y púas más gruesas con un sonido más “redondo” y menos afilado. Normalmente uso púas con forma “Jazz III” de Dunlop, aunque distintos modelos, en su mayoría las Tórtex de 0.60 mm y las de nylon de 1,5 mm de color negro. También Tórtex de 1,5 mm. Cada púa tiene su sonido.
Vuestro nombre es dios de los muertos en alemán….
El nombre de Totengott está relacionado a un concepto realmente arcaico y, por decirlo así, místico-religioso que en lengua germana lleva esa palabra. El dios de los muertos es también el dios del inframundo, algo con lo que la humanidad lleva “fantaseando”, por decirlo así, mucho tiempo y es independiente de la cultura de la que hables. Por ejemplo, los egipcios tenían su dios del inframundo, su “Totengott”, que era Osiris, los griegos a Hades, los romanos a Dis, los eslavos a Veles … pero también los japoneses a Izanami, los aztecas a Mictlancihuatl y Mictlantecuhtli … es una figura a la que se ha llegado desde prácticamente todos los puntos de vista de la humanidad…
¿Tenéis más fans en Alemania por eso? (risas) ¿Tenéis algún país en el que hayáis tenido más repercusión?
No sabemos dónde tenemos más fans, pero probablemente y por lógica sea en España ya que hemos tocado más veces aquí que fuera. Nuestros dos anteriores discos fueron editados por Burning World Records, así que pensamos que en países de la Europa central nos han escuchado. También hemos hecho una gira tocando en Francia, Bélgica, Holanda, Suiza y Alemania presentando The Abyss y hemos tenido buena acogida. Hemos tocado también varias veces en Portugal y también con buena recepción.
¿Dirías que sois un 33% cada uno de los miembros? ¿Hay alguno que se dedique a unos aspectos de la banda y otro a otros?
Sí, ambas cosas pero no de manera exclusiva. Como comentábamos antes, hay muchas más cosas en Totengott que simplemente tocar nuestros instrumentos y llenarnos la cabeza con ideas para las canciones. Todos tenemos voz y voto, hacemos las cosas por consenso. Somos una banda totalmente autogestionada, aunque también tenemos colaboraciones de otra gente a nivel artístico. Incluso nuestros dos primeros discos los hemos grabado y mezclado nosotros mismos. Normalmente, las musicales parten más de mí pero la forma final la damos todos por consenso.
Sinceramente no me he detenido en indagar mucho en vuestras letras, tengo buenos amigos que me han dicho que debería…
Nuestras letras son un poco crípticas por decirlo así. Unas veces más y otras menos. A veces incluso no nos importa tanto el mensaje si no más bien la forma, por lo que pueden tener apariencia de poesía en ocasiones, pero tampoco queremos que sean un sinsentido o pierdan la perspectiva por completo. A veces son incluso metáforas de experiencias personales, otras veces son reflexiones sobre algún aspecto de la vida, como el amor y el desengaño amoroso, el odio, el dolor de la pérdida, la locura, la ira, el sentimiento de “fuerza” que puede tener cierto grado de psicopatía, el misticismo y ocultismo, la propia existencia… otras veces son pura fantasía… Nos gusta pensar que la gente puede pillar un poco de qué va la cosa y adaptarlo a su propia experiencia vital. De ahí que sean relativamente crípticas pero sin perder el sentido totalmente, aunque podemos dar más prioridad a la forma que al mensaje. Hemos escrito letras que pueden hablar de la marginación, el desamor, filosofía y otras que están inspiradas con cosas tan dispares como el insomnio, alucinaciones, ocultismo, la mística de la época victoriana, los fenómenos paranormales o incluso el libro del apocalipsis o el antiguo testamento, el satanismo, los mitos y culturas de la antigüedad, el vampirismo, etc… pero sin hablar directamente de ello, usándolo como referencias.
El futuro inminente es la gira con Master… cuenta lo que puedas de cómo conseguisteis poder hacerla..
La gira con Master surgió de nuestra relación con Kivents. Hemos contado con ellos varias veces y nos han tenido en cuenta en varias ocasiones. Fueron ellos quienes nos lo propusieron.
¿Conocéis personalmente a los miembros de Master? ¿Habéis hablado con ellos de la gira?
Con Master ya hemos tocado, en 2017 cuando vinieron a presentar su disco An Epiphany of Hate, así que podemos decir que ya nos conocemos. Los detalles de la gira los hemos tratado con ellos a través de Kivents, no directamente.
¿Tenéis algún ritual antes de tocar?
Realmente no, nos encargamos nosotros mismo del merchandising de la banda y tenemos que atender un montón de cosas relacionadas con el evento en cuestión. Es más, solemos estar bastante dispersos antes de tocar, no solemos estar los tres juntos hasta momentos antes de actuar, aunque todo ello siempre depende de lo que tengamos que hacer en el momento, ya sea desde afinar los instrumentos, encargarnos del merchandising, decorar el escenario si es posible e incluso cenar. También nos gusta ver a las bandas con las que compartimos el cartel y relacionarnos con la gente a la que le hemos gustado o que han venido a vernos con interés especial. Nos relacionamos con todo el mundo, con la gente que montó el concierto, el técnico de sonido, con los que trabajan en la sala, con las otras bandas que comparten escenario… no tenemos tiempo para rituales en esos momentos, (risas). Nuestro ritual es nuestro propio concierto.
Estamos en temporada de anuncios de festivales para 2024… ¿Tenéis cerrado alguno en España o Europa?
Ahora mismo estamos centrados en el nuevo disco. Esperamos que aparezcan algunas ofertas de festivales dentro y fuera de España cuando se publique el nuevo trabajo y nos empezaremos a mover respecto a eso cuando termine la gira con Master. A día de hoy no hay nada cerrado para el próximo año y nos estamos centrando al 100% en la publicación del nuevo disco. Ahora mismo estamos centrados en la publicación de nuestro tercer disco. Ya ha sido masterizado, podemos decir que la parte musical ya está terminada. Estamos ahora con otros temas como el artwork, imagen y fotos o buscar la mejor opción para su edición. Incluso tenemos ideas para un videoclip de uno de los temas nuevos. Unas cosas están más avanzadas que otras, así que tenemos aún trabajo por hacer.
¿Podrías nombrar el mejor concierto que habéis dado?
Cada uno en la banda podría decir uno diferente. Estuvo muy bien el Resurrection de 2022. También fue muy entrañable el concierto de presentación de The Abyss en la sala Lata de Zinc en Oviedo en 2019 antes de la pandemia. Fue el último bolo de la gira europea, solo una semana después. Nos ha gustado siempre mucho tocar en esa sala. Lo hemos hecho muchas veces desde 2015 y siempre han sido todos conciertos entrañables. También podríamos hablar de la fecha que hicimos en Barcelona en la sala Razzmatazz junto a Graveyard, ellos presentando su disco Hold Back The Dawn en 2019. Ese año también compartimos cartel con ellos y con Balmog en Oviedo en la Lata de Zinc y fue bastante memorable todo. De la gira europea de 2019 junto a Eternal Storm fue muy bueno en Basilea, en Suiza. El local era bastante pequeño y llevábamos bastantes conciertos seguidos. Estaba lleno de gente y tuve que quitarme la capucha que uso en directo debido al calor, llegando al borde de la extenuación. Estuvimos a punto de tener que parar el concierto, pero al final todo el público estaba con nosotros entusiasmado, al terminar el concierto no paraban de pedirnos más. Nos quedó la espina clavada de no haber tocado más tiempo ese día, pero nos pudo el cansancio acumulado y el terrible calor que había dentro de la sala. En 2017 tocamos junto a Obituary en Gijón y fue muy bueno. Nos quedó el recuerdo de hablar con Trevor Peres sobre lo mucho que nos gustaban a ambas bandas Celtic Frost. Estuvieron bien los dos conciertos que dimos en el Iberian Metal Warriors y el Iberian Southern Warriors… No sabríamos decir uno de manera tan concreta, lo pasamos bien en directo. Nuestro ritual es el propio concierto, es donde perdemos el sentido, donde dejamos de ser “gente normal”, no tocamos pensando en si ahora va el estribillo o el solo en tal o cual parte… lo hacemos de manera muy visceral y nos dejamos llevar por el momento y nuestra propia música.
¿Y el mejor como espectador?
Personalmente disfruté mucho viendo a Judas Priest en el Resurrection el año pasado, nunca los había visto antes y soy un gran fan. El concierto más brutal que he visto, fue sin duda Atari Teenage Riot en el Festimad del ‘98 en Madrid, año que The Cramps y Suicidal Tendencies también dieron mucho de sí. Un concierto muy especial para mí fue también Einstürzende Neubauten en Gijón en 2005. ¡Es una pregunta muy difícil! También disfrutamos mucho con bandas de aquí y solemos ver a la mayoría con las que hemos compartido cartel como Legacy Of Brutality, Balmog, Graveyard, Humo, Ballard, Sound Of Silence, Beruna, Himura, Come Back From the Dead, Persephone, Sonämbula, The Wizards, Empty, Cathexia, por nombrar algunas que me vienen ahora a la memoria, sería una lista muy muy larga.
Perdona que me lo lleve a mi terreno, uno de los mejores que yo he vivido fue Triptykon en Hellfest 2015… me consta que Tom Warrior es importante para vosotros, lo es también para mí.. ese mismo día pude conocerlo y la verdad es que me impuso tanto que no pude decirle nada. ¿Tenéis algún contacto con él? ¿Sabes si os conoce?
Jose Mora sí lo vio después de un concierto y se presentó como fan, pero creo que no tenemos más contacto con él. Tom Warrior lógicamente ha sido una inspiración para la banda. Hemos escuchado a Celtic Frost y Hellhammer desde edades muy tempranas. Era una banda muy abierta y siempre queriendo sonar distinto, no hay mayor inspiración que eso para nosotros. Si nos conoce o no lo ignoramos. Mucha gente nos ha comparado con Celtic Frost para bien o para mal. Si Tom Warrior tiene interés en esas cuestiones seguramente nos conozca, o bien haya leído la comparación en algún sitio y no haya tenido el más mínimo interés. No obstante la comparación con Celtic Frost o Triptykon es una espina que tenemos ahí clavada desde el inicio. Por una parte la vemos lógica pues empezamos tocando sus canciones, pero creemos que todo eso ya ha quedado atrás y con nuestra música y nuestros discos hemos demostrado que somos otra cosa distinta. Personalmente no he visto a ninguna banda de Tom Warrior en directo y es algo que tengo pendiente.
Un grupo de vuestro estilo, siendo de dónde sois, estaréis acostumbrados a vivir continuamente en momentos difíciles, pero encima llegó el covid, cómo os afecto aquello? ¿Cortó algún tipo de progresión? ¿Quizá os vino bien para dimensionar y poner algunas cosas en su sitio?
El covid para nosotros fue algo totalmente nefasto en todos los sentidos. Viviendo cada uno en localidades distintas y estando tan controlado el derecho de reunión fue muy difícil ensayar. Estábamos en medio de la composición de nuestro tercer disco, que debería de haber salido en 2021 ó 2022 y nos desbarató todos los planes, incluyendo también todas las fechas que teníamos cerradas para 2020. En 2019 fuimos creciendo muy rápido con The Abyss en la calle. Habíamos conseguido realizar nuestra primera gira europea, presentamos el disco con mucho éxito en directo y teníamos muchos planes para el 2020, sobre todo de conciertos. Muchas de esas fechas se cayeron, otras no, como la del Resurrection, pero se retrasaron hasta 2022. En lo musical no fue una etapa muy buena. En esa situación nos costó bastante centrar la idea de qué era lo que pretendíamos para el tercer disco. Estábamos más pendientes de todo lo que estaba sucediendo que de la banda. Con todo el material que habíamos preparado para el nuevo álbum encima de la mesa, nos echamos para atrás y dejamos de lado prácticamente la mitad, no nos parecía suficientemente bueno o bien no acababa de coger forma. La mitad que conservamos es parte ya del nuevo disco. Paradójicamente, al haberse ido al carajo todos los planes de tocar en directo, teníamos más tiempo para trabajar en nuestra música, pero no acabamos de encontrar el rumbo que queríamos seguir. Fue muy difícil para nosotros encontrar la inspiración y centrarnos en lo nuestro en aquella situación. Incluso los ensayos fueron una odisea. En ocasiones hasta llamamos a la policía de la localidad donde ensayamos para preguntar si lo podíamos hacer sin ser multados o algo. Fue realmente terrible para la banda en todos los aspectos. También en lo personal.
Has citado varias veces que tenéis ya muy avanzado vuestro tercer trabajo, me reservaba la pregunta para que me dieras todos los detalles.
Sí, como decíamos antes, la parte musical ya está totalmente terminada, la grabación ha sido masterizada ya recientemente y daremos noticias próximamente respecto a eso. Tocaremos un par de temas nuevos durante la gira con Master ya que no hemos tenido mucha ocasión de hacerlo antes de la grabación. Con los dos primeros discos sí. Antes de sacar el primero, Doppelgänger, lógicamente tocábamos esos temas en directo. Pero todo el material de The Abyss ya lo íbamos incorporando progresivamente en nuestros directos mucho antes de haberlo grabado. Con este disco nuevo no hemos tenido ocasión de hacer lo mismo, es una situación distinta para nosotros. Para este disco, como novedad podemos decir que tiene más temas y la mayoría de ellos son de menor duración que los de los discos anteriores. Es algo que hemos hecho a propósito. Algunos temas son de estructura más sencilla, otros no, pero siguen sonando a nosotros. Hemos abierto más el abanico de sonidos que en los discos anteriores y hay algunos temas que pueden ser algo distintos a lo que veníamos haciendo, pero nada excesivamente radical que nos separe de lo que hayamos hecho antes. Sigue siendo música oscura, que es “marca de la casa”. Quizás en ocasiones las melodías con toques más melancólicos estén más presentes que en los discos anteriores, quizás sea un poco menos caótico y disonante en ocasiones y con algo más de profundidad en los arreglos. En algunos temas la producción es mayor, otros son más rápidos y agresivos. Hemos podido trabajar más las voces y seguimos teniendo la colaboración de Maria Krstevska y con más protagonismo que en el disco anterior. Habrá gente que nos siga viendo como un sinsentido de estilos, aún más que los discos anteriores, pero no somos una banda cerrada a una sola manera de ver las cosas y eso se va a notar más en el material nuevo. Creemos que sigue sonando a Totengott 100%. Si te gustaron los discos anteriores, el nuevo material te va a gustar, pero también vas a escuchar como se expande por territorios nuevos. Para este disco, todos hemos compuesto letras, no tiene un concepto tan cerrado como los dos discos anteriores, pero quizás está más centrado en el más allá o en qué puede haber después de la muerte desde diversos aspectos, desde la nigromancia, la idea de que un alma se pueda “quedar” y comunicarse con nuestra realidad, lo que es la propia energía que habita la carne de nuestro cuerpo y qué es de ella después de que el cuerpo se apague, a dónde va, por decirlo así. Con The Abyss estábamos ante la frontera separando dos dualidades, amor/odio, vida/muerte, en este nuevo disco hemos cruzado esa frontera e indagamos lo que hay al otro lado, ya sea nuestra propia energía en otro plano existencial o bien tengamos un “Totengott” esperando para juzgarnos. También hay otras temáticas como el sentimiento de que estamos destinados a algo, ya sea algo grande o una vida de miseria y frustración, de que por mucho que intentes desplegar tus alas y echar a volar, es tu propia vida quien te va a cortar las alas, o bien ¿somos totalmente libres?
Genial todo lo que dices. Recientemente tuve la oportunidad de viajar por Asturias por primera vez y quedé impresionado con todo lo que visité. Según tengo entendido, los tres integrantes de la banda son originarios de Asturias ¿Consideras que este detalle es meramente anecdótico, o piensas que de alguna forma pueda influir en vuestro estilo musical, dejando su huella en la interpretación con elementos distintivos propios de vuestra historia, paisajes y cultura?
Los tres somos de nacidos en Asturias pero no de familias asentadas en Asturias desde generaciones. Nacho es el más asturiano de los tres. Sí nos interesa la historia y cultura de la zona, pero las fronteras las ponen las personas. Hay muchos paralelismos entre lo que se entiende por cultura asturiana pre-cristiana y la de otras zonas de la península, incluso de Europa. Yo soy de familia gallega de generaciones. El haber nacido en Asturias fue circunstancial. Veo muchos paralelismos entre Asturias y Galicia. Una de las cosas más inspiradoras para mi es el recuerdo que hay en la zona de las culturas y creencias anteriores a los romanos y lo distintas que son del cristianismo. Por ejemplo, la divinización de la naturaleza. Eso abre la mente al hecho de que pudo haber existido una especie de religión o cultura común ancestral o simplemente que el pensamiento humano ha llegado ahí basándose en la divinización de un río, una montaña, etc. El tener esto presente puede que nos haya influido a nivel intelectual y por ello a nuestra música, pero nada más. En cuanto a estados de ánimo, hay que tener en cuenta que aquí llueve bastante. (risas)
En general, y desde tu punto de vista… ¿Qué crees que hace falta y qué sobra en la escena actual del heavy metal?»
Se pueden responder a ambas preguntas de manera simultánea. Hace mucha falta que, desde medios más masivos dentro del mundillo, se le haga más caso a bandas nuevas. Es totalmente lamentable ver revistas y medios e incluso fans, youtubers, etc… que vuelven siempre a las mismas bandas una y otra vez. Ver portadas de revistas con las mismas bandas de hace 30 y 40 años es muy lamentable. Es muy lamentable ver el interés que sigue teniendo 40 años después el hecho de que fulano de tal fue expulsado de tal banda antes de grabar su primer álbum usando su música y todo el culebrón, todos sabemos de qué hablo…
No sé de quién puedes estar hablando…. (risas)
Es lamentable la gigantesca cantidad de bandas haciendo cosas nuevas e interesantes que hay y que no lleguen a la gente, sobre todo a la gente más joven. A lo que lleva es que todo esto acabe siendo cosa de cuatro frikis y que la gente más joven en general no tenga el más mínimo interés en ello porque es cosa de gente “mayor”. Para una persona joven de 15 años por ejemplo, una persona de 40 es mayor y lo que ven en el rock y heavy metal es que ¡¡está lleno de personas de mucho más de 40 años!! Lo mismo nos pasó a nosotros cuando escuchamos a Iron Maiden por primera vez, no era Deep Purple ni Led Zeppelin ni los Rolling Stones. La gente joven no tiene ese bagaje de decir lo que es bueno, malo, lo que es “mítico”, de recomendar discos por su implicación histórica… ven lo que es de su generación, se interesan por lo que quieren que los represente, algo con lo que sentirse identificado. No pueden identificarse con alguien que es de la edad de sus padres, o sus abuelos.
Tienes toda la razón. Para terminar… ¿Por la llamada de qué banda dejarías Totengott para irte con ellos?
En mi caso, dudo mucho que me uniese a ninguna otra banda dejando Totengott, ya que Totengott es mi principal medio de creación musical y lo que más me gusta es la creación y el punto que hemos encontrado, sin límites, es muy especial. Aparte de Totengott tengo otros proyectos musicales que prácticamente hago para mí mismo, grabo demos en casa de muchas cosas diferentes, desde cosas de metal de corte más clásico a música puramente electrónica e industrial. Me gusta la experimentación. Para mí no solamente es tocar la guitarra por tocar la guitarra, si no hubiese sido guitarrista de una banda de versiones de bar o de una orquesta o algo así, (risas). De unirme a otra banda nunca dejaría Totengott, al menos por ese motivo. Puestos a fantasear podría decirte no sé, quizás Voïvod o Hawkwind, (risas), Mercyful Fate, The Cure, yo qué sé…