Producción: Tom Dalgety /Andy Wallace.
Sello: Loma Vista Recordings.

Texto por Rafa Diablorock.


Os comentamos hace meses que nos divertiríamos mucho con la nueva etapa de Ghost, y es que no era difícil aventurarse a tal predicción. Después de la presentación por capítulos de su «nuevo» frontman, Cardinal Copia, por fin hemos podido paladear el cuarto trabajo de la banda sueca. Llevamos escuchando Prequelle en la redacción varios días casi de manera compulsiva, pero antes de meditar un veredicto definitivo creemos que lo más interesante que podemos ofreceros en este momento es un análisis tema a tema (track-by-track) de lo que dentro de unas semanas os encontraréis en los algo más de 40 minutos del álbum. Sin preliminares, sin consideraciones previas. Entremos en materia:


 

1. «Ashes» 01:21

Una introducción que dibuja de manera cinematográfica la atmósfera tenebrosa en la que despega la temática medieval del disco. Curiosamente la primera voz que escuchamos es la de una niña de nueve años, Minou, hija del lider de la banda, Tobias Forge. El angelical canto en forma de juego con rimas recuerda al de las películas de Freddy Krueger, y con un tétrico «one, two, three» arrancan las guitarras y toda la banda con el riff final del siguiente tema, Rats, que a la vez bebe del instrumental Spöksonat (Sonata fantasma) de Meliora (2015). Apenas estamos ante una intro y ya vemos que nada es tan sencillo como parece.


2. «Rats» 04:21

Tampoco vamos a descubrir nada si nos extendemos con este tema. De sobra conocido, Rats fue el primer adelanto de la banda para este disco. Una pieza directa, sin dobles intenciones y con un aire fresco y melódico. Puro hard rock vibrante y lubricado para encandilar desde la primera escucha. Con la mirada puesta en los grandes estadios y representando el paso lógico que se podría esperar tras Meliora y Popestar. Un tema que por más que lo escuchas sigue creciendo.


3. «Faith» 04:29

Acojonante. A veces cuando se trata de hablar de música uno tiene que frenarse y darse cuenta de que, por muy claro que veas algo, siempre habrá quien lo vea de una manera completamente diferente, por mucho background y experiencia que creas tener acumulada. Sin embargo, Faith es de estos temas que piensas… ¿a quién demonios no le puede gustar esto? Tras mi primera escucha del tema escribí en mi bloc de notas: «Faith es un tema que molestará a los haters de la banda… ¡porque es imposible no flipar con él! Empieza y acaba enmarcado en unas guitarras haciendo filigranas (poco habitual en ellos), para inmediatamente envestir con el riff más heavy y musculoso del disco. Estamos ante un disco que en absoluto se sustenta en riffs, pero Faith es justo eso. Un riff que decían haber parido a raíz de la inspiración de Morbid Angel, pero que a mí me suena al Iommi en solitario de final de los 90, y que con un tempo medio y la producción moderna incluso suena a los White Zombie más sabbaticos. El tema cae en guitarras graves para que Tobias se luzca en un nuevo estribillo memorable, junto a unos arreglos de teclado que, por primera vez en Ghost, me recuerdan a los de Josh Silver de Type O Negative. Sin duda el tema «cañero» del disco, con sitio para dos solos de guitarra, y con un puente memorable en el que inteligentemente meten unas voces que podrían tomarse por guturales, pero que maquilladas con pro-tools y efectos podrán pasar el filtro de las radios sin problema… si es que quieren sacarlo como single.


4. «See The Light» 04:05

Tras un solemne nexo entre temas con órgano y coro, el cuarto corte arranca con Tobias.. perdón, con Cardinal Copia recitando sobre una línea de bajo y piano de un modo muy cercano a lo que hacían Survivor. Un inicio muy parecido a esos temas tan socorridos en las pelis de los 80 cuando el protagonista iniciaba la preparación para el gran combate final, pero que aquí sin embargo desemboca en un cálido estribillo. Es intenso, con unos teclados muy A.O.R., dejando una extraña sensación satisfactoria que no sabría catalogar de oscura o luminosa. «Cada vez q me alimentáis con odio me hago mas fuerte» canta el estribillo, un nuevo himno de victoria que nos vuelve a regalar la banda. El productor francés Dimitri Tikovoï participó en la grabación de este tema en Londres, y se presenta como co-compositor del mismo.


5. «Miasma» 05:17

Tema instrumental que cierra la cara A del disco. Si pensáis que es un tema relleno estáis en un enorme error, hablamos de una pieza soberbia de rock progresivo en la que tenemos a una magnifica banda desarrollando grandes ideas de una manera brillante, con solos de ida y vuelta, teclados locos, una batería colosal (al fin) y un siempre polémico saxofón que, sin miedo a anacronismos, se usa como divertido colofón final… posiblemente como nuevo guiño al público maduro americano.


6. «Dance Macabre» 03:39

Junto a Rats este es el otro tema adelantado hasta la fecha. Si disfrutaste tanto como nosotros el año pasado con el álbum Amber Galactic, de Night Flight Orchestra, habrás alucinado con este tema. Un claro enfoque 80’s en todos los detalles hechos a la medida del danzarín Cardinal Copia, siendo el tema con el que posiblemente se marque sus mejores bailoteos. Es un corte que sorprende por su frescura, y ese tono tan agudizado de A.O.R. es quizá el que aportaron los músicos suecos Salem Al Fakir y Vincent Pontare, acreditados como co-compositores de esta pieza. Una descarada mezcla de Survivor y Alice Cooper que con el peculiar sello de la banda se postula como gran canción del verano en todas las piscinas con gente tatuada.


7. «Pro Memoria» 05:39

Es una pena que la primera impresión de este tema no fuese escucharlo entero. La banda presentó su introducción clásica en el capítulo I de su vídeo- serial de presentación de Cardinal Copia, y también escuchamos una de sus estrofas y estribillo en el capitulo III. Pese a ese efecto sorpresa enfangado, la primera escucha completa de «Pro Memoria» es todo un apretujón en el pecho. Tenemos un tema en el que la melodía vocal lo es todo, el eje central de una maravillosa canción. Una pegadiza consecución de melodías salidas de la garganta de nuestro cardenal favorito (lo siento Rouco Varela), sobre la que pivotan banda y orquesta de la manera más sensacional. Tema netamente pop, pero con una sacudida emocional propia del rock más grande, engalanado con cuerdas y coros para terminar de derretirse. Con un aire ABBA impagable, y en ese estilo de semibalada emotiva que ya estrenaron con He is en su anterior disco, Niklas Frisk de Atomic Swing aparece acreditado junto a Tobias como ayuda en la composición, con la (de nuevo) providencial inclusión de Salem Al Fakir a los teclados.


8. «Witch Image» 03:30

Se podría decir que es la canción menos memorable del disco, y puede ser que la más floja, pero simplemente quedó como la que menos nos sorprendió. Pese a ello, hablamos de un nuevo tema de rock directo, con un estribillo pegadizo (de nuevo la voz es el eje central del tema), que encantará a los que tienen a Square Hammer entre sus temas preferidos de la banda. Quizá se haga demasiado dulzón, posee guitarras pero apenas embiste, y es cierto que esta vez echo de menos ese recurso Slayer «Hannemaniano» en las guitarras, algo por cierto olvidado en este disco pese a lo bien que les sentó en el pasado. Un tema sin embargo más que correcto, pero muy en la línea de lo esperado. Su tono indeterminado hace que definitivamente te preguntes dónde está eso que avisaban de que este disco está inspirado en la Edad Media.


9. «Helvetesfonster» 05:55

Por si fueran pocas las referencias que podemos encontrar en el catálogo de Ghost, nos inyectan un jeringazo instrumental de casi seis minutos, con Mikael Åkerfeldt de Opeth como artista invitado, y con una clara influencia progresiva inesperada: Camel. Igual que Miasma, esta pieza sirve para que Tobías apunte a la importancia de los Ghouls y se reste algo de foco mediático… si es que realmente lo desea. Un brillante y barroco tema sin letra, pero en el que se puede leer  mucho mensaje de manera subyacente. Y es que estos excesos técnicos instrumentales me suenan a recado envenenado, dardos claramente dirigidos a los despechados ex-integrantes de la banda: «¿Pensabais que seríais indispensables? Mirad el pedazo de banda que tengo ahora, y encima tengo más gente en lista de espera». Un tema progresivo en el sentido clásico, no en ese tan sobado que últimamente vemos insertado con calzador. Tiene un aire a BSO de cine heroico, un aura solemne y victoriosa que nos invita al cierre magistral que nos aguarda.


10. «Life Eternal» 03:27

Al disco le quedan poco más de tres minutos para que acabe, ¿habrá broche de oro? Sin lugar a dudas. La desigual cara B del disco culmina con la banda en su mejor nivel, ese en el que Ghost tocan un techo reservado a pocos privilegiados. De nuevo la voz del Cardenal es el núcleo protagonista, arrancando de manera muy delicada (de un modo parecido al de Klaus Meine de Scorpions) hasta ser acompañado por un sencillo piano al que se le van uniendo todos los instrumentos en un emocional in crescendo. El tema estalla finalmente con la banda a todo volumen, acompañada por orquesta clásica y el coro masculino más poderoso de todo el disco. Una balada que torna de tierna a homérica en apenas tres minutos, con una carga emocional enorme en su letra, y uno de los mejores estribillos de toda la carrera del grupo. Su estructura y naturaleza hará que signifique un duro rival a Monstrance Clock como tema final en el repertorio de sus futuros conciertos.


 

Prequelle es un disco que me ha conmovido en muchos momentos, en cierta manera continuista con Meliora, pero con suficientes nuevos sabores como para sorprender. La producción es similar a la que últimamente nos tenían acostumbrados, perfecta para lo que buscan, siendo los teclados los que marcan finalmente la gran diferencia hacia un sonido más ochentero.

Quizá esperaba algo más de oscuridad, aquello de la Edad Media fue simplemente el caldo de cultivo del que se generó la lírica de este disco, pero ello finalmente no se ha permeabilizado en su sonido, resultando además un trabajo ciertamente luminoso. Prequelle podría tomarse como una versión aterciopelada de Meliora, siendo un disco que durante todo su recorrido hace recordar el nombre de nuestro Padrino: Alice Cooper. En los primeros Ghost muchos veíamos a King Diamond, pero vemos cada vez más de Alice Cooper en Tobias. Y no solo en su concepto de teatralidad e imagen; musicalmente también, desde los momentos más delicados hasta los más heavys y A.O.R.

Tobias es todo un malabarista que sigue demostrando saber encontrar equilibro entre potencia y melodía, entre teatralidad y riqueza musical, entre evolución y no perder su esencia, entre guiño a los clásicos y frescura; viajando con naturalidad entre un sinfín de territorios con la ventaja que le da su amplio abanico de recursos. No sé si Prequelle es mejor o peor que uno u otro de los anteriores discos de Ghost, pero sí tengo diáfanamente claro que hablamos de una nueva lección de composición musical. Un disco en el que grandes ideas son aprovechadas con inteligencia y covertidas en verdaderos monumentos.

Muchos dudan que Ghost hagan buenas melodías, argumentando que no son nada especiales, y eso precisamente es lo mágico de esta banda. Hacen buenas melodías sin necesidad de que sean sofisticadas; se instalan rápidamente en tu alma, ya seas nuevo en esto o tengas los oídos entrenados durante décadas. Prequelle destaca por ser un disco adictivo, del que parece imposible cansarse.

Ghost siguen creciendo a pasos agigantados porque se arriesgan a hacer cosas que ya nadie se atreve. Canciones. Tan fácil, tan difícil.


DiabloRock


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